De los aplausos a las agresiones

Hace cinco años, durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19, la sociedad española se unió en un gesto de gratitud hacia el personal sanitario. Cada tarde, los aplausos resonaban en nuestros balcones, reconociendo la labor incansable de quienes estaban en la primera línea de batalla contra el virus. Sin embargo, hoy, un lustro después, nos enfrentamos a una realidad alarmante: las agresiones al personal sanitario han alcanzado cifras récord.

Durante el año 2024, se registraron 16.558 agresiones a profesionales de la salud en España, la cifra más alta desde que se tienen registros.

Este incremento de la violencia coincide con un sistema sanitario que, a pesar de haber incorporado más de 45.000 nuevos profesionales desde 2019, continúa enfrentando colapsos significativos. Las esperas en atención primaria se han alargado y la carga en los servicios de urgencias se ha disparado, en parte debido al aumento de las enfermedades y a la creciente demanda de atención médica; en particular el incremento de las patologías en salud mental.

Todo ello pone de manifiesto la urgente necesidad de una reforma estructural del Sistema Nacional de Salud que, a pesar de ser reclamada por profesionales y expertos, sigue sin materializarse. Mientras tanto, los trabajadores sanitarios siguen afrontando una sobrecarga insoportable, sin los recursos ni la protección adecuados.

La frustración de los pacientes, alimentada por la saturación y la presión asistencial, no justifica en absoluto las agresiones al personal sanitario. Es necesario que la sociedad recuerde que quienes hoy son objeto de violencia son los mismos profesionales que, no hace tanto, fueron aplaudidos por su dedicación y sacrificio.

Es responsabilidad de todos, desde las instituciones hasta cada ciudadano, garantizar un entorno seguro y respetuoso para quienes velan por nuestra salud.

¿Es una utopía que la clase política, junto a los expertos en sanidad, aborden una reforma en profundidad del Sistema Nacional de Salud?

Pedro Marín Usón. (Zaragoza)