Los vikingos toman de nuevo Catoira en una romería con gran animación

Los “vikingos” volvieron a asediar ayer Catoira en una jornada en la que se recuperó el asalto y el fragor de una batalla animada por una multitudinaria participación. La escenificación, que como manda la tradición se desarrolla en las Torres de Oeste, contó con la presencia de una multitud de espectadores, muchos de ellos ataviados para la ocasión con ropas de la época, que siguieron el desarrollo de la “sangrienta” batalla que recuerda cuando los bárbaros del norte asaltaban al grito de “¡Úrsula!”. La fiesta comenzó ya antes, en que se repartieron más de 12.000 kilos de mejillones y se sirvió una docena de barriles de vino tinto de 60 litros cada uno. La animación continuó durante toda la mañana con una localidad volcada en la celebración que la ha puesto en el mapa mundial de las fiestas más peculiares y auténticas del verano.