Los vigueses acuden más al médico desde la pandemia: hasta un 25% más

Todos los dispositivos sanitarios incrementaron su actividad porque aumentó la demanda de la población.
photo_camera Todos los dispositivos sanitarios incrementaron su actividad porque aumentó la demanda de la población.

La demanda asistencial se incrementó entre un 20% y un 25% en el área sanitaria y en general en toda Galicia

Los vigueses acuden más al médico desde la pandemia de coronavirus. Es un fenómeno que se está produciendo en el área sanitaria viguesa y en general en toda Galicia y que afecta tanto a la Atención Primaria como a los hospitales, servicios de Urgencias y demás dispositivos sanitarios. 

Desde la Consellería de Sanidade estiman que la demanda asistencial creció entre un 20% y un 25% en estos últimos años. Supone añadir más presión sobre servicios que estaban dimensionados para un volumen de trabajo menor.

 

 

Esta situación se planteó en la primera reunión de la mesa sectorial de sanidad, que se celebró la semana pasada en Santiago y que presidió el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, por ser la primera cita de este organismo tras las elecciones sindicales, que dieron entrada a 5 delegados de CIG, 4 de CSIF, 3 de CCOO y 3 de UGT. En este encuentro, el sindicato médico CESM, que se estrena en la mesa sectorial gracias a su alianza con CSIF, propuso una posible solución a esta sobredemanda como la implantación de planes de educación para la salud dirigidos a la población. El secretario general del mencionado sindicato médico, Enrique Marra-López, puso de manifiesto que “en muchas ocasiones la demanda sanitaria no se corresponde con necesidades reales de salud” y por eso considera apropiado lanzar campañas para que la población haga un uso adecuado de los recursos sanitarios.

No es el único factor que influye en esta mayor demanda sanitaria. En las primeras fases de la pandemia el sistema sanitario se había blindado frente al covid (con las excepciones de los casos urgentes y no demorables) y pasó un tiempo antes de que se recuperase la actividad normal. Uno de los colectivos más afectados fueron los pacientes crónicos, que no pudieron realizar sus revisiones periódicas en los centros de salud. Los propios médicos de cabecera habían alertado de que aumentaría la demanda porque pasado el tiempo había que recuperar todas esas revisiones y atender a pacientes que en algunos casos habían empeorado como consecuencia de esto.

Otra de las causas es el envejecimiento de la población, con el consiguiente aumento de las patologías crónicas.

Uno de cada cinco pacientes del área son mayores de 65

Galicia está entre las regiones más envejecidas de España y también del planeta, y al mismo tiempo sufre un retroceso en la natalidad, con lo que el futuro es incierto. Una de cada cinco tarjetas de la ciudad corresponden a personas mayores de 65 años. Con datos del año pasado, son 67.326 mayores de 65 años de los 306.458 usuarios atendidos por los centros de salud vigueses (el 21,9%). En cambio, la población pediátrica (menos de 15 años) se reduce a 35.696 niños. Hace menos de una década, en 2014 los mayores eran el 20% (62.526 de 311.787 usuarios) y había 39.933 menores.

Enrique Marra: “La educación sanitaria recaía en Primaria”

El secretario general de CESM Galicia, Enrique Marra, propone retomar la educación sanitaria que “brilla por su ausencia desde hace años” para que la población sepa cómo utilizar los recursos sanitarios de forma adecuada y para que conozca conceptos sencillos que le ayuden a tomar decisiones. Considera que a raíz de la pandemia aumentó la preocupación de los ciudadanos por la salud y que las consultas están aumentando “sin cesar”.

Apunta que la educación sanitaria recaía en buena medida en los médicos y enfermeras de Primaria, pero que la sobredemanda asistencial hace que ya no tengan tiempo para desempeñar esta función o incluso para servir de filtro para patologías que son leves y ahora acaban en Urgencias.

Por eso, el sindicato propuso la creación de un grupo de trabajo que planifique cómo debe ser esa educación, que en su opinión debería comenzar ya en los colegios y apunta que no sería tan difícil poner vídeos por ejemplo en Urgencias en los que se explique qué se considera fiebre, cuándo ir al médico en caso de traumatismos o quemaduras, entre otros ejemplos. “El dinero que inviertan en educación sanitaria lo ahorrarán por otro lado”, asegura el secretario de este sindicato.

El 52% de las “urgencias” son casos aplazables

El 52,39% de las personas que acudieron el año pasado a las Urgencias del Hospital Álvaro Cunqueiro tenían problemas de salud que eran aplazables, es decir “poco urgentes” o “no urgentes” en la jerga que se utiliza en el triaje o clasificación de los pacientes que se realiza en la entrada de este servicio. Esto quiere decir que podían haber sido atendidos en otros dispositivos sanitarios, como el centro de salud o el PAC.

Este mal uso de los dispositivos sanitarios no es nuevo, se viene produciendo en los últimos años pero a raíz de la pandemia se incrementó, en parte por la dificultad de acceso a los centros de salud.

Por otro lado, también aumentó el volumen de pacientes atendidos en Urgencias, con unos 20.000 más que antes de la pandemia y, sin embargo, el porcentaje de ingresos menor (porque hay más casos banales). El año pasado las Urgencias atendieron a 204.832 pacientes, con una media de 561 diarios, frente a los 181.106 casos del año 2018, con una media de 496 diarios.

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