Un joven vigués fue juzgado ayer por un delito de resistencia a agentes de la autoridad a causa de un extraño suceso ocurrido en la Avenida de Samil en abril del pasado año. En la vista, que se resolvió por conformidad, el ya condenado reconoció los hechos que se le imputaban y aceptó una multa de 1.080 euros.
El suceso ocurrió, como relata el escrito de acusación, el pasado 1 de abril a primera hora de la tarde en la Avenida de Samil. Por circunstancias que se desconocen, el joven se tumbó en medio de la calle bloqueando la circulación de vehículos, por lo que acudió una patrulla de la Policía Local a tratar de resolver la situación. Cuando los agentes le pidieron al acusado que se moviera, este se negó a hacerlo, gritando a uno de ellos “por mis cojones me voy a mover de aquí, sácame tú”.
A la fuerza, los efectivos del cuerpo policial lo levantaron del suelo y lo trasladaron hasta una marquesina de autobús cercana, donde le pidieron que se identificar,a a lo que también se negó. El joven indicó que no tenía su documentación a mano y que, aunque la tuviera, no iría a hacerlo, por lo que los agentes le comunicaron que tenía que acompañarlos a dependencias policiales para hacerlo. En ese momento, el ya condenado se abalanzó contra uno de ellos intentando propinarle un manotazo en la cara, el cual pudo esquivar y cubrirse con las manos, por lo que sólo le propinó un pequeño golpe en el brazo. Finalmente, el acusado tuvo que ser reducido en el suelo por la fuerza tras mostrar resistencia activa.
El Ministerio Fiscal pedía inicialmente una multa de 2.700 euros (15 meses a razón de 6 eureos/día) al cualificar como grave el delito de resistencia a agentes de la autoridad, pero tras reconocer el acusado los hechos en sala y llegar a un acuerdo con la acusación, modificó su petición a 1.080 euros (6 meses a razón de 6 euros/día), que el acusado aseguró que abonaría en dos plazos.
