Vigo tiene tres alcaldes, Baiona dos

Marta Lucio aspira a compatibilizar su cargo en Meis como alcaldesa, si sale elegida, con la dirección en Vigo del Museo del Mar. A la derecha, votando en el Concello en las municipales de 2019.
photo_camera Marta Lucio aspira a compatibilizar su cargo en Meis como alcaldesa, si sale elegida, con la dirección en Vigo del Museo del Mar. A la derecha, votando en el Concello en las municipales de 2019.
No es raro el caso de regidores que cuentan con residencia -aunque no la legal- fuera del municipio que gobiernan o su trabajo lejos del consistorio, en otro ayuntamiento. En el pasado incluso era más habitual

Vigo tiene un alcalde titular, y dos más que tienen una residencia en el municipio aunque presiden otros ayuntamientos, donde están censados. No es tan raro y de hecho en el pasado hubo momentos en que hasta cinco regidores tenían su domicilio en la propia ciudad, uno de ellos de un ayuntamiento situado en el extremo oriental de la provincia de Ourense. Uno de los regidores es Luis Piña, del PSOE, con vivienda en el barrio más joven de Vigo, donde tenía su residencia hasta que en las últimas elecciones municipales logró un acuerdo que le invistió en A Cañiza. Cada día va y viene de uno a otro lado, unos 50 kilómetros, unos 40 minutos de desplazamiento. No obstante, Piña vota en A Cañiza, donde se encuentra su empadronamiento oficial, ya que en otro caso no podría votarse a sí mismo, entre otras circunstancias. 

Es un caso similar al de Nidia Arévalo. Muchos vigueses madrugadores se pueden sorprender de ver a la alcaldesa de Mos muy temprano corriendo por O Vao y la costa playera. Lo hace a diario a horas prohibitivas, antes de dirigirse al consistorio de Mos. Arévalo, del Partido Popular, vive -o más bien duerme- en la torre de Toralla por cuestiones familiares, aunque como otros, su domicilio oficial a la hora de votar y pagar impuestos locales está en el ayuntamiento que dirige desde hace 14 años. No es Nidia Arévalo el primer alcalde de Mos con un domicilio en Vigo, antes sucedió otro tanto con Justo González Ballesta, regidor entre 1986 y 1997, que más tarde sería presidente del Real Club Náutico, lo que prueba las estrechas relaciones entre Vigo y Mos, que a muchos efectos forman una unidad. Lo mismo ocurrió con Nigrán: entre 2003 y 2007 fue alcalde el vigués Alfredo Rodríguez Millares, del PP, que antes había sido concejal en Vigo. Rodríguez además era directivo del Celta.

Hasta hace algo  más de un año, había otro regidor con vivienda en Vigo, Horacio Gil, del PP, de Arbo, en este caso por motivos laborales, ya que cuenta con un establecimiento de venta de material de oficina en la calle Urzaiz. Ahora vive de forma permanente en Arbo. Y si en mayo gana las elecciones municipales Santiago Davila, del PP, Vigo tendrá otro alcalde más: su negocio como panadero lo tiene en la ciudad, aunque su domicilio está en Salceda, que por tercera vez aspira a gobernar.

Baiona cuenta con dos alcaldes. Uno, Carlos Gómez, del PSOE, el titular de la Real Villa, y otro, Julio César García-Luengo, del PP, que a su vez es regidor del Concello de Crecente, situado en el extremo de la provincia, limítrofe con Ourense. Cada día, García-Luengo recorre de ida y vuelta los 84 kilómetros que hay entre su domicilio en Baiona y su despacho en Crecente. Un esfuerzo extra. Claro que en Baiona se da otra curiosidad: el exalcalde y candidato a volver a serlo por el PP, Jesús Vázquez Almuiña, es actual presidente del Puerto en Vigo.

En el pasado hubo otros casos similares. La fallecida alcaldesa de Porriño Eva García de la Torre tenía su domicilio en la vecina Ponteareas. Y Corina Porro, en una casa cerca de Rande, en el municipio de Vilaboa, aunque votaba y todavía lo hace ahora en Vigo. Como curiosidad, la alcaldesa de Ponteareas, Cristina Fernández Davila, del BNG, es una viguesa “emigrada” a la villa que preside y donde también reside, curiosamente justo al revés que Abel Caballero.

Claro que quizá sea más curioso el caso de Marta Lucio: es candidata a alcaldesa de Meis por el PP, y al mismo tiempo directora del Museo del Mar en Vigo, puesto que le gustaría mantener incluso si logra ganar las municipales de su ayuntamiento, con lo que habría otra alcaldesa en Vigo. De momento, lleva años recorriendo todos los días los 50 kilómetros entre su casa en Meis y su trabajo al frente del museo en Alcabre.
Quien también hace kilómetros a diario es el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, diputado por Ourense, titular de la Cámara en Santiago y con residencia en Vigo. O como él dice, “duermo en Vigo, y el resto del día voy de un lado a otro”. Santalices está casado con la exconcejala del PP en Vigo Teruca Cendón.

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