Los precios se duplican en las fechas festivas, rozando los 100 euros el billete y con escasez de plazas para regresar a la capital española el sábado y domingo
Vigo sigue consolidándose como un destino turístico nacional. Así lo muestran la afluencia (y los precios) de los trayectos ferroviarios, variables dependiendo de la demanda existente. En la ciudad, regresar en Semana Santa el domingo, día 31 de marzo a Madrid empieza a tornarse difícil a falta de un mes para la celebración religiosa, con todos sus trenes directos completos. La única manera de viajar será tomar dos trenes, un regional hasta Ourense a las 14:10 horas para después tomar el AVE. Todo ello a cien euros el trayecto.
La dificultad reside en los servicios con salida en Vigo y llegada en Madrid. Los precios comienzan esa misma semana oscilando entre los 24 y los 50 euros para, el propio jueves festivo, subir a 80 euros por trayecto directo, sin escalas. Lo indicativo que muestra su coste se ve reflejado el sábado, fecha donde los primeros turistas comienzan a regresar a sus hogares. Los dos servicios Alvia que van directamente a Madrid superan los cien euros. Con escala, el precio más barato ronda los 86.
En comparación con el trayecto inverso, los turistas que quieran visitar Vigo deberán desembolsar más por un mismo recorrido. Ya desde el viernes, 22 de marzo, los precios se duplican con respecto a otros días. Cuando se podía encontrar un billete a 42 euros anteriormente, Renfe ahora fija su coste entre 86 y 118 euros. A partir del miércoles, ya se encuentra prácticamente todos sus servicios rozando los 120 euros. Esto conlleva que, en una fecha señalada y con solamente 7 rutas a Vigo (3 de ellas con escala en Ourense), los trenes no se encuentren llenos como sucedía en años anteriores y se busquen otras alternativas como avión o autobús, más económicas y, en algunos casos, más rápidas.
Todo ello bajo un nuevo retraso de los trenes AVE a Vigo. Prometidos en precampaña electoral autonómica por el ministro de Transportes Óscar Puente, la realidad es que Renfe ha reculado y no estarán disponibles a finales de marzo-principios de abril. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha lamentado ese nuevo freno a la conectividad entre Vigo y Madrid y aprovechó para solicitar más refuerzos en los Talgo 106 asignados para la citada ruta (4 AVE y 1 AVLO) debido a la gran demanda de pasajeros que utiliza esa conexión. A día de hoy, todavía siguen bloqueados los trayectos para el mes de abril y eso afecta a trabajadores y estudiantes del Eje Atlántico, al no poder adquirir sus billetes con suficiente antelación.
No solo existe demanda en la conexión con Madrid. En Barcelona, uno de cada cuatro trenes diarios que acuden a Vigo se encuentra ya completo. Concretamente, el de un trayecto más largo, que discurre por ciudades como Ponferrada, León, Burgos o Pamplona. Eso hace que turismo de todas las partes del territorio nacional acudan a Vigo en Semana Santa, un lugar sin una ferviente celebración religiosa pero donde el turismo nacional sigue marcando buenos registros.
