Tras año y medio de obras, la expectación por la apertura del Halo era alta. Así lo demostraban las multitudes que se concentraban tras las vallas que cercaban el nuevo ascensor tanto desde su acceso desde Serafín Avendaño como desde Vialia minutos antes de las 12 del mediodía, cuando estaba fijada su puesta en marcha.
No hubo acto de inauguración por parte del Concello al finalizarse la obra en campaña electoral, pero el estreno del elevador se convirtió en todo un evento evidenciando su capacidad de convertirse en una nueva atracción en la ciudad. Los primeros en poder acceder fueron aquellas personas que accedieron desde el entorno de García Barbón y Serafín Avendaño, que realizaron el primer viaje en sus ascensores ascendiendo los 50 metros hasta la pasarela circular en menos de 30 segundos, recibiendo en todo momento indicaciones del personal de la obra que se encontraba por la zona, donde continuará los próximos días para familiarizar a los ciudadanos con su funcionamiento, pero también respondiendo sobre curiosidades técnicas.
Lo más comentado por los primeros usuarios de esta nueva infraestructura del programa Vigo Vertical, las vistas, tanto desde el propio elevador panorámico con un cristal parcialmente translúcido como desde las propias pasarelas, una de ellas cubiertas y con una cristalera semi opaca y la otra completamente abierta, permitiendo contemplar la Ría. Otro de los puntos más comentados, la capacidad de los dos ascensores, de 17 personas en cada uno de ellos sobre el papel, pero con un espacio más reducido del esperado que permite acceder cómodamente alrededor de una decena en cada viaje.
Entre las personas que acudieron para estrenar el elevador, la mayoría de ellos eran vecinos de la zona, que destacaban tanto el diseño del Halo, que aspira a convertirse en un nuevo icono arquitectónico de la ciudad, como las facilidades que aportará a la movilidad. “Qué ahorro de tiempo”, comentaba una usuaria esperando para subir al ascensor por primera vez mientas otra le contestó “y de esfuerzo”. El Halo permite reducir al mínimo el recorrido peatonal de 1,2 kilómetros entre Serafín Avendaño y Vía Norte que requerían caminar durante unos 20 minutos. Además, facilitará la comunicación entre las dos estaciones de tren, la de Urzaiz y la de Guixar, en Areal.
La obra partía inicialmente de un presupuesto de 12 millones que finalmente se elevó hasta los 15 millones tras incorporar un sobrecoste por el alza de materiales y para incorporar varias mejoras. Cerca de la mitad de esta inversión proviene de financiación europea.
Nuevo enlace para la movilidad peatonal y mirador sobre la Ría
La puesta en marcha del Halo aporta a la ciudad un nuevo hito para la movilidad peatonal, conectando dos zonas de la ciudad como todo el entorno de García Barbón, Rosalía de Castro y Areal con el de Vía Norte, Urzaiz y Travesía evitando dar un largo rodeo y salvando un importante desnivel.
Con todo, el Halo es también un nuevo atractivo por su llamativo diseño. Durante toda la jornada de ayer, miles de vigueses aprovecharon la oportunidad para disfrutar de las vistas de la ciudad y de la Ría y de sacarse numerosos ‘selfies’ que llenaron las redes sociales.
Otro de sus grandes atractivos es su silueta nocturna, cuando se llena de luz toda la estructura. Si bien el Halo cuenta con todo un sistema de iluminación capaz de mostrar distintos colores, durante su primera jornada abierto al público se optó por reforzar su color blanco con la luz, realizar celebraciones simbólicas aprovechando distintas efemérides cambiando su color.
