Alcanzar los 100 años resulta cada vez más habitual entre los habitantes de Vigo, Galicia y España. Según los datos del padrón continuo del Instituto Nacional de Estadística, en 2020 había registradas 623 centenarios en la provincia, seis veces más que en el año 2000, cuando había 116. Entre estos centenarios, 253 residen en la ciudad de Vigo, la mayor parte son mujeres y el dato más preocupante refleja que 107 de ellos viven solos. Estas tasas de longevidad son aún más habituales en otras zonas de Galicia como la provincia de Ourense, donde hay 12,5 centenarios por cada 10.000 habitantes, una proporción que no supera ningún territorio de España, uno de los países más longevos de Europa.
A sus 108 años la viguesa Josefa Andreu Ojeda –del barrio de Teis- es una de las personas más longevas de la ciudad, por lo que se podría decir que es “la abuela de Vigo”. No sabe leer ni escribir, pero habla perfectamente y canta como nadie ‘A Saia da Carolina’ y ‘A Rianxeira’ y cuando realizan actividades para ejercitar la memoria “contesta a las suyas y a las de sus compañeros”. “Le gustan los animales y es muy coqueta”, cuenta Sabrina, una de las trabajadoras de la residencia, acerca de una anécdota cuando ingresó en la residencia, ya que en el DNI de la mujer figuraba un año de nacimiento que no se correspondía con el de la partida de bautismo. “Parece que mintió con la fecha porque no quería que se supiera que era mayor que su marido”. Josefa es viuda, no tiene hijos, pero sí una sobrina que vive en Vigo que la visita con su familia regularmente a pesar de las dificultades de la pandemia.
La viguesa Lola Pérez también pertenece al club de los centenarios. En su caso cumplió 101 años el pasado mes de mayo, una edad que lleva con mucha energía, ya que a pesar de vivir acompañada de su familia es capaz de vivir su día a día de forma independiente. “Lo hago yo todo, hago mi cama, preparo mi desayuno, soy completamente autónoma”, reconoce Lola.
También sorprende la fortaleza de otra de las viguesas que cumplió hace tan solo un mes los 100 años. Es el caso de Mari Paz Crespo, que superó dos veces el covid sin sufrir apenas síntomas tras ser una de las primeras contagiadas en la residencia de DomusVi Barreiro.
Cumple 108 años “con una cabeciña envidiable”
A sus 108 años, Josefa Andreu es probablemente la viguesa más longeva. Vive en la residencia de la tercera edad San Pedro de Crecente donde hace unos días celebró su cumpleaños. Recita refranes populares un día sí y otro también y todas las mañanas, nada más despertarse, reza una oración por estar un día más en este mundo. “Siempre nos dice que nació en el tiempo de los castañas, algo que le recordaba todos los años su madre”, cuenta Sabrina, una de las trabajadoras del centro que revisa un bloc de notas donde tiene anotados algunos de los dichos preferidos de Josefa. “Non te cases cun ferreiro que é malo de lavar, cásate cun mariñeiro que xa ven lavado do mar”. “Tiene una cabeciña envidiable”, señala la joven, atenta a la centenaria que está sentada a la mesa para comer. Y tiene buen diente. Le gusta todo, pero el estofado de ternera con patatas fritas es su comida favorita y el café con leche antes de acostarse. Si algo caracteriza a Josefa es su buen carácter. “Suele estar contenta y es presumida, hasta hace pocos años llevaba puestas joyas y quiere ir bien vestida, la ropa deportiva no le gusta y tampoco cuando le queremos poner algún polar si hace frío”, cuentan sus cuidadoras.
Recuerda el zeppelin en Vigo: “parecía un cigarro en el aire”
Tras más de un siglo de vida, la viguesa Eulalia Dolores Pérez, conocida más frecuentemente como Lola, conserva una “memoria prodigiosa”, según explica su sobrino Julio Alonso. Sus recuerdos llegan hasta la década de los años '20, cuando el “Graf Zeppelin" alemán sobrevoló la ciudad en su vuelta al mundo de 1929. “Aún me acuerdo de cuando lo vi en el cielo, lo viví con asombro parecía un cigarro en el aire”, afirma Lola. También recuerda perfectamente los primeros disparos que escuchó cuando estalló la Guerra Civil. “Estaba bañándome en la playa de San Francisco cuando los escuché, pero no sabía qué eran, cuando lo descubrí tuve que volver a casa dando la vuelta al Castro para evitarlos”, explica. Lola trabajó como dependienta e incluso como modelo en varias tiendas de moda de Vigo. A día de hoy vive acompañada de su familia pero con autonomía y mantiene su interés por la actualidad leyendo la prensa de forma diaria. Asegura desconocer cuál es el secreto para llegar así a los 100 años, pero señala que “soy muy metódica con los horarios, llevo siempre el mismo ritmo de vida y como comida sana”.
Alcanzó el centenario tras superar dos veces el covid
A sus cien años de edad, Mari Paz Crespo ha vivido la dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República, la Guerra Civil y ahora la pandemia del coronavirus tras haber superado la enfermedad hasta en dos ocasiones. “Supongo que el secreto estará en su genética, ya que sus hermanos también fueron longevos, junto con una forma de vida activa, trabajó desde joven y siempre comió comida sana”, explica su hijo Ramiro. Mari Paz fue de las primeras viguesas en dar positivo en la residencia DomusVi Barreiro y posteriormente fue trasladada a la residencia de Tempo Libre de la Xunta en Patos, para usuarios libres de covid. Sin embargo, al acudir a los servicios sanitarios por unos problemas intestinales volvió a dar positivo, con lo que se detectó que se había producido un brote dentro de la propia residencia. En las dos ocasiones se recuperó sin problemas, por lo que el pasado mes de octubre pudo celebrar centenario acompañada de sus tres hijos, 12 nietos y 14 bisnietos en una fiesta sorpresa organizada por su familia en Nigrán.
