Vida Digna reabrió su comedor tras el cierre
Ensalada rusa, paella, natillas y fruta fue el menú con el que ayer volvía a reabrir el comedor social de la ONG Vida Digna tras haber estado cerrado seis meses por falta de recursos. Familias con pocos recursos pudieron así comer de forma digna gracias a la labor de los voluntarios, cerca de medio centenar de personas encargadas de la cocina, así como de servir las mesas y recoger y fregar los platos. Las abultadas facturas de la luz, el alquiler y los precios de los alimentos obligaron a Vida Digna a cerrar sus puertas a este comedor, que, ayer, tras mucho esfuerzo, recuperó la actividad con 160 comensales que es la capacidad con la que cuentan estas instalaciones. Hasta finales del pasado año, más de 600 personas comían todos los fines de semana en las instalaciones del viejo restaurante de Teis, que reabrió tras conseguir Vida Digna algunos fondos -entre ellos 45.000 euros del Concello- y haber solicitado y conseguido un préstamo a una entidad bancaria “que habrá que devolver”, tal y como aseguraba el responsable de la entidad, Ricardo Misa.
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