La atención veterinaria también se ha especializado. Las 42 clínicas existentes en la ciudad abarcan un amplio espectro de cuidados, que incluyen desde los animales exóticos, aves o determinadas especialidades. Pero además, en los últimos tiempos también´n han surgido profesionales que cubren áreas como el servicio a domicilio, cada vez más solicitado, y la especialización en felinos en espacios pensados y diseñados para tan peculiares pacientes.
“Cada día hay más gente que prefiere que sus mascotas sean atendidas en casa. Es un servicio que sobre todo solicitan los propietarios de perros de gran tamaño, en las zonas rurales del área de Vigo y los que tiene varios animales y dificultades en trasladarse hasta una clínica”, explica Brenda, una de las dos veterinarias que integran este proyecto y que desde hace seis años recorren cientos de kilómetros al mes para atender las urgencias veterinarias en los domicilios. Desde hace algún tiempo, está asociada a una clínica en Alcabre donde se realizan las hospitalizaciones, operaciones e intervenciones que no pueden ser realizadas en su clínica ambulante.
Como ella, Antía Chamorro optó por esta práctica de la atención veterinaria que permite a quienes tienen problemas para transportar a sus animales, ya sea por tamaño o por ser muy mayores, a recibir los cuidados en sus propios hogares. Una tendencia que también se ha trasladado a las eutanasias veterinarias, que comienzan a ser habituales en las casas, dando una mayor intimidad y calidez a la despedida que se lleva a cabo con el mismo cuidado y todas las medidas sanitarias que podrían realizarse en una clínica.
Miguel Fontán decidió hace tres años abrir la primera clínica dedicada únicamente a la atención felina de Vigo. En este espacio todo está pensado para ellos y no entran otras especies, registrando ya una media de diez consultas diarias. Los olores son muy cuidados con difusores de feromonas; los pacientes no tienen contacto visual y todos los tiempos de actuación los marca el propio gato. Todo ello en medio de un ambiente silencioso y de tranquilidad absoluta porque “es muy importante que no se estresen. Hay que manejar al gato con cariño, no forzarlos y buscar hasta qué punto puedes llegar. La sedación se usa cuando hay que hacer pruebas”, explica este veterinario especialista en la atención a felinos y un verdadero enamorado de estos animales".
Peluquería con guardería y una zona para rebajar el estrés
La entrada y salida de perros en el local de peluquería canina y felina de la calle Zamora 48 es incesante. La mayoría no van a ponerse guapos o a quedarse en su guardería diurna mientras sus dueños trabajan. Son simples visitas de cortesía que hacen al sitio donde saben que son bien recibidos y donde siempre hay una pequeña atención pensada para los peludos. Y es que en Cans&Bubbles la estresante visita a la peluquería para bañarse y sanear el pelo es “respetando sus tiempos y espacios”, explica Ali que junto a Eli, Chus y Sole integran el equipo que pone guapos a unos clientes muy especiales.
Procedentes del mundo de las protectoras y con formación en comportamiento animal, aquí “todo está pensado para su bienestar”. Para ello cuentan con una zona de juegos donde los perros descansan y se desestresan del baño o del corte de pelo, dos actividades que a muchos nos les gusta y a las que son muy reacios. Y es que como explica Ali, “no somos estilistas. Es obvio que todos salen muy guapos, pero nuestro objetivo es el bienestar anima y adaptarnos a sus necesidades y tiempos”. Además, Chus, está especializada en la compleja peluquería del perro de aguas español. En el caso de los gatos, “hacemos corte de uñas, cepillado y deshacer nudos del pelo”.
Además, cuenta con una guardería canina que funciona en horario comercial y permite que el perro esté atendido, en un espacio idóneo el tiempo que sus dueños no pueden atenderlos y evitar que pasen mucho tiempo solos.
