Los inmigrantes de Venezuela, una nueva fuerza de emprendedores en Vigo

GLADYS RODRÍGUEZ, "El Kiosco de Gladys"
photo_camera Gladys Rodríguez, "El Kiosco de Gladys".
La Asociación de Amigos de Venezuela asesora al creciente número de inmigrantes que deciden abrir un negocio en la ciudad

La colonia de venezolanos en Vigo no ha dejado de crecer durante los últimos años hasta convertirse en la mayor de la ciudad, generando consigo una gran actividad social y económica. La situación política y social que vive su país provoca que cada año se cuenten por centenares los venezolanos que llegan a Vigo, un destino que eligen principalmente por el trabajo y el clima, ya que la consideran “el trópico gallego”.

“Vigo es una ciudad que llama a la comunidad Venezolana, es muy próspera y tiene reconocimiento en Galicia y cada vez más también a nivel internacional”, asegura Manuel Pérez, presidente de la Asociación de Amigos de Venezuela de Vigo, la más antigua de toda Galicia formada por inmigrantes de este país al ser fundada hace ya 19 años. Su local situado en la calle Pino se ha convertido en un punto de encuentro para la colonia y da servicio a sus compatriotas en toda Galicia, al funcionar también como sede de la Federación de Venezolanos de Galicia (Fevega).

Pérez explica que hace años en Venezuela se utilizaba la expresión “ir para Coruña” para referirse a la emigración a Galicia al tratarse de la ciudad más conocida en el país sudamericano, pero a día de hoy Vigo tiene más visibilidad. “Las luces le han dado una proyección que no tenía y a la gente le suena cada vez más Vigo por el mundo”, indica. Además, la comunidad venezolana destaca por su carácter emprendedor en la ciudad, al contar ya con numerosos negocios. “Los venezolanos ven oportunidades de hacer negocio aquí en Vigo, vienen con ganas de trabajar, emprender e incorporarse a la sociedad y esta es una ciudad que lo hace sencillo”, explica Pérez.

En este sentido, destaca que aquí hay numerosas ayudas a distintos niveles, tanto de asesoramiento como recursos, que dan tranquilidad a la hora de lanzarse a abrir un negocio. “En Venezuela no hay quien te asesore, ni bancos que te presten dinero para montar un negocio mientras que aquí hay muchas facilidades, también por parte de los entes públicos, eso te estimula a emprender”, afirma el presidente de Fevega.

Muchos de los venezolanos que han llegado a Vigo durante los últimos años son familiares de gallegos que en su día emigraron al país sudamericano. Según apunta Pérez, Venezuela fue un país receptor de emigrantes hace años, pero ahora la situación se ha dado la vuelta por completo y han retornado muchas personas que, al tener familiares y conocidos en Vigo y Galicia, optaron por este destino para empezar una nueva vida.

Desde Fevega prestan asesoramiento a los retornados a Vigo y Galicia. “Lo que más nos demandan es asesoría para el retorno, el emprendimiento, la educación y la salud”, explica Pérez, que también señaló que realizan otras gestiones como la convalidación de títulos o la licencia de conducir.

La Administración autonómica ya cuenta con oficinas en Vigo para prestar apoyo a los retornados, pero la Federación complementa este trabajo con un trato más cercano, ya que según explica Pérez, “aunque hablamos el mismo idioma, llegar a Galicia exige nuevos retos y conocimientos, que creo que las personas que hemos estado en Venezuela como todos los que estamos al frente de esta asesoría, conocemos de primera mano su situación, lo que genera mucha confianza al retornado y nos ha dado una distinción”.

La primera colonia de la ciudad y otros 4.000 nacieron allí

La comunidad venezolana en Vigo lleva años en continuo ascenso y se sitúa ya como la mayor de la ciudad, por delante incluso de la portuguesa. En la ciudad hay ya 2.791 empadronados con nacionalidad venezolana, en concreto se trata de 1.573 mujeres y 1.218 hombres.

Esta cifra supone ya el 13% del total de la población extranjera que reside en la ciudad, que según la última actualización del padrón municipal se sitúa en 21.143 personas. Además, la población venezolana sigue en continuo aumento. A pesar de la pandemia y las restricciones a la movilidad internacional que se aplicaron durante el 2021, el número de venezolanos en Vigo se incrementó en el último año en aproximadamente un 20%. Echando la vista seis años atrás, la colonia venezolana ha sumado aproximadamente un millar de residentes en la ciudad.

Algo más de la mitad de los inmigrantes en Vigo llegan desde Latinoamérica, en concreto 11.082, que se agrupan en torno a cuatro países, que acumulan más del 90 por ciento del total: Venezuela, que se acerca a los 3.000 registrados; Colombia, con algo más de 2.000; Brasil, con 1.761, y Perú, con 1.238, que es el que actualmente más sube.

Además, los datos del padrón tan solo recogen la cifra de personas con nacionalidad venezolana que residen en Vigo, mientras que según el Instituto Galego de Estatística, la cifra de personas nacidas en Venezuela que viven en la ciudad, independientemente de su nacionalidad suma otros 4.000 habitantes, hasta los 6.476 en 2021. Este dato refleja al completo la colonia de venezolanos en Vigo, ya que muchos de ellos cuentan con ya con la nacionalidad Española, especialmente al tratarse de un país al que ya habían emigrado numerosos gallegos que posteriormente regresaron a su tierra. Sucede algo similar en el caso de la comunidad portuguesa, en la que una gran parte de los habitantes cuentan ya con la nacionalidad Española tras asentarse en Vigo.

LOS NUEVOS VIGUESES

"Vigo ya es mi tierra, es una ciudad estupenda por su clima"

GLADYS RODRÍGUEZ, "El Kiosco de Gladys"
Gladys Rodríguez, "El Kiosco de Gladys"

Gladys Rodríguez lleva ya una década viviendo en Vigo tras abandonar Venezuela por la situación que atravesaba el país. “Ya se veía que se iba a poner como está ahora”, explica. Hija de emigrantes gallegos, decidió volver a la tierra de su familia aunque no conocía Vigo, donde decidió montar un kiosco, y en la que ya se siente perfectamente integrada. “Es ya mi tierra”, señala.

Gladys trabajaba en una tienda fotográfica en Venezuela y decidió abrir un comercio similar en Vigo. “Conocía ya este negocio así que comencé esta aventura, pero con el tiempo la parte de fotografía cada vez fue más a menos y ahora trabajamos más como un kiosco digital”, explica. Gladys reconoce que “empezar un negocio siempre es duro y más aún cuando estás en un país diferente, pero no podría quejarme, mis clientes son geniales, algunos eran niños cuando llegué y ahora tienen hijos”.

De Vigo asegura que “es una ciudad estupenda por el clima, sus playas y la costa”. Por parte de su familia ya conocía otras ciudades de Galicia, pero Vigo fue todo un descubrimiento a su llegada. “Cuando vi por primera vez que podía estar en un sitio como Samil en 15 minutos me pareció fantástico”, asegura. A día de hoy se considera ya una viguesa más, el camino opuesto al que siguieron sus padres, dos gallegos de Lugo y A Estrada que tras emigrar a Latinoamérica llegaron a considerarse venezolanos de adopción.

"En Vigo sientes que puedes formar parte de la ciudad"

MARÍA OLIVEIRA, "Máis que Print, impresión digital"
María Oliveira, "Máis que Print", impresión digital

María Alejandra Oliveira abandonó Venezuela en 2018  junto a su mujer María José Martínez tras sufrir problemas de persecución y acoso. “Nos dimos cuenta de que no podíamos continuar allí y nos fuimos a Colombia, pero tampoco estábamos muy bien allí y decidimos probar a irnos a vivir a Vigo, donde mi pareja tenía un hermano”, explica.

Tras pasar el primer año adaptándose a su nuevo hogar y completando trámites administrativos, encontraron la oportunidad de montar un negocio de la mano de la Fundación Érguete. “Nos metinos en el proyecto y empezamos con un cyber que renombramos como Máis que Print para dedicarlo también a la impresión digital”, señala. Se trató de una experiencia nueva para ambas, ya que en Venezuela Oliveira era administrativa y Martínez profesora. “En un primer lugar pensamos en trabajar en ámbitos parecidos pero llevaría bastante tiempo homologar los estudios y la mejor opción fue salir adelante con un negocio que desconocíamos”, asegura.

Por el momento la aventura ha sido todo un éxito ya que el negocio marcha bien y su adaptación a la ciudad no tuvo dificultades. “Sentimos este lugar como nuestro desde el primer momento y eso no nos ocurrió en Colombia, los gallegos sienten a los venezolanos muy cercanos porque a muchos de ellos también les tocó emigrar en otro momento”, señala. De Vigo destaca que “me enamoró desde que llegamos, sientes que puedes formar parte de la ciudad y de aportar cosas”.

"Montamos un negocio por la nostalgia de Venezuela"

RAFAEL PARRA, "Mundo Andino, restaurante"
Rafael Parra, "Mundo Andino", restaurante

Rafael Parra apenas lleva tres años viviendo en Galicia y dos en Vigo, pero ya ha abierto un restaurante que también comercializa productos típicos de Venezuela con el que aspira incluso a expandirse a lo largo de la geografía española. 

En Venezuela Rafael era un fabricante de calzado, pero también empezó el proyecto Mundo Andino, como una tienda de alimentación de productos de la zona de Mérida, en las montañas de los Andes venezolanos, principalmente pasteles como arepas andinas, catalinas o cocadas enfocadas como delicatessen. Ante la compleja situación que atravesaba su país decidió emigrar a Galicia. “Fui inicialmente a Pontesampaio porque tenía un hermano allí y traje el proyecto de Mundo Andino a Pontevedra y venía bastante gente de Vigo que nos decía que teníamos que abrir un local aquí y decidimos mudarnos”, explica.

Rafael asegura que “nos hemos adaptado muy bien, es una buena ciudad para vivir y siempre nos trataron muy bien, nos hemos sentido como en casa”. Además, su proyecto Mundo Andino “se ha convertido en un rinconcito donde viene la gente a compartir la nostalgia de Venezuela cuando iban de turismo a los páramos merideños y también para que los vigueses descubran nuestra gastronomía”. Todo ello a partir de las recetas de su madre. “Está toda la familia involucrada, planteamos cocina hogareña”, explica.

"Cuando llegas a otro país hay que estar dispuesto a aportar"

ALBERTO SUBERO ,"Alberto's Vigovenez", alimentación
Alberto Subero ,"Alberto's Vigovenez", alimentación

Alberto Subero cuenta con una tienda de productos latinos en la Avenida de las Camelias, uno de los pocos negocios que abrió sus puertas en esta calle en los últimos años. Subero lleva ya cuatro años viviendo en Vigo tras huir de Venezuela por cuestiones politicas y la inseguridad del país. “Se estaban poniendo las cosas difíciles y no hay nada como poder estar tranquilo cuando tienes hijos”, explica.

En su país natal trabajó siempre en el ámbito de la hostelería, pero en Vigo primero estuvo empleado en el parking del Concello, hasta que hace nueve meses montó el comercio Alberto's Vigovenez. “Cuando llegas a un país nuevo hay que estar dispuesto a aportar y aprender cosas nuevas”, afirma. “Al principio el cambio fue fuerte pero después me fui adaptando, hoy me siento un gallego más”, indica Subero que de Vigo destaca la tranquilidad, la seguridad y el clima. “Como siempre traté con proveedores y también con clientes en la hostelería me es sencillo trabajar de cara al público”, señala.

Admite que “todo se me presentó muy fácil” a la hora de adquirir el local y, a base de mucho esfuerzo –trabaja él solo todos los días de la semana– “si le dedicas tiempo, ves que la recompensa va llegando”. Entre su clientela hay tanto vigueses que buscan probar productos diferentes así como residentes latinoamericanos en la ciudad que aprovechan para recordar el sabor de la comida de su tierra. 

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