El confinamiento ha dado tiempo para pensar y dedicar a actividades que la dictadura de los horarios no permite en el día a día. La ecología, la vida sana y cultivar el espíritu son algunos de los aprendizajes que se llevan de esta cuarentena los ocho personajes públicos consultados por Atlántico.
A profesores, artistas, músicos o escritores, el estado de alarma y la amenaza ante el coronavirus también han contribuido a sensibilizar a muchos ante la sociedad actual. Otros han tenido que afrontar pérdidas personales y remontar para asumir el regreso a lo cotidiano.
Aunque para la mayoría el confinamiento supuso encerrarse en casa, muchos vivieron una auténtica crisis económica y a quien les tocó de cerca, les dejó huella.
Para muchos esta es una oportunidad para cambiar las cosas a partir de ahora y pensar más a nivel colectivo.
ANA ULLA Astrofísica
“Vin por primeira vez a agricultura ecolóxica para a nosa horta”
Ana Ulla, profesora de la Universidade de Vigo y astrofísica, reconoce que el teletrabajo y las videoconferencias no son una novedad. Pero sí se estrenó en algo: “Estudei por primeira vez a agricultura ecolóxica para unha pequena horta que temos en casa e espero poder ir aplicando pouco a pouco, tamén prantei un pouco de millo, a ver se sae!”.
María Reimóndez, Escritora
“Agora sabemos que o único interactivo é o contacto coa xente”
María Reimóndez, escritora, traductora y activista, el confinamiento le incitó un pensamiento crítico: “Saco en claro que vivimos nunha sociedade con moitas desigualdades e que nen as circunstancias máis extremas nos levan a pensar en colectivo; agora sabemos que o único interactivo é o contacto coa xente; espero que sexamos quen de escoitar e virar de rumbo”.
POWONE Artista urbano
“Aprendí a recuperar la ilusión y como artista, a reinventarme”
Antonio Barbará, ‘Powone’, tuvo que superar uno de los momentos más duros de su vida: “Falleció mi madre después de una enfermedad muy larga, pudimos despedirnos y estar con ella hasta el final; a nivel personal aprendí a recuperar la ilusión para seguir y como artista, a reinventarme, trabajo más en estudio, porque el muralismo está parado”.
PATRICIA MOON Música
“He aprovechado para cuidar mi cuerpo física e interiormente”
Patricia Moon, compositora, violinista y cantante ha podido dedicarse a cosas para las que normalmente no tiene tiempo: “He aprovechado para cuidar todavía más mi cuerpo física e interiormente con smoothie super detox de vegetales y frutas; también he estado preparando mi piel para el verano y pude estudiar guitarra, mi último instrumento, me encanta”.
LINDA LAMARR Cantante
“Comprendí que los servicios sociales son inexistentes”
Belén, más conocida como Linda Lamarr, compagina la docencia con su carrera musical como cantante en Heroínas o Los Duques de Monterrey. La conclusión que se lleva es muy negativa: “Comprendí que los servicios sociales son inexistentes; un amigo tuvo que dejar el piso al cerrar el bar donde es dj, no tiene ayudas y la solución que le dan es el albergue”.
SILVIA SUPERSTAR Cantante
“Intento relajarme, lo único que me apetece es cocinar”
A Silvia Superstar, el estado de alarma paralizó sus proyectos musicales y le cerró el bar. Cree que es una buena oportunidad para pensar en las consecuencias de la actividad humana. “Intento relajarme para volver con las pilas cargadas, hablo con la familia y los amigos o toco la guitarra; lo único que me apetece es cocinar, ahora me da por la alimentación saludable”.
ANTONIO GARCÍA FREIJEIRO Escritor
“Souben reestructurar o día para gozar do que me apaixoa”
Antonio García Freijeiro, escritor y Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, aprendió a aprovechar el tiempo: “Souben restructurar día para gozar, alomenos, das cousas que me apaixonan, definir os tempos para escoitar música cos discos en orde; ver cine, traballar, facer multitude de vídeos lendo poemas e mandalos a quen mos demandou e ler varias veces”.
ANA SOLER Artista plástica
“El confinamiento me enseñó a parar, a no ser impaciente”
Ana Soler, artista plástica, lo tiene claro: “El confinamiento me enseñó a parar, a no tener prisa, a no ser tan impaciente; he cesado la actividad y estar seis semanas en casa me ha aportado sosiego; parece raro por la incertidumbre y los miedos, pero he aprendido a disfrutar de lo cotidiano, no hacer planes a largo plazo y disfrutar con los que quiero” .