Confianza y seguridad. Esas son las dos palabras que más utilizan los casi 80 miembros de UVigo Motorsport a la hora de referirse al UM23, el coche que diseñaron durante este curso para competir en la Formula Student y que presentaron ayer en el auditorio de la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación. En el acto estuvieron presentes, entre otras autoridades, el rector Manuel Reigosa y el alcalde Abel Caballero.
Óscar Hermida, responsable de organización y márketing de la escudería, explica que “hemos intentado ser conservadores en algunos aspectos de diseño y desarrollo” porque el salto del UM21 al UM22 había sido “inmenso”. Así, los estudiantes se centraron en dos innovaciones clave que les permitirían dar un importante salto de calidad y eficiencia. El primero de ellos, apunta Óscar, el sistema electrónico: “Utilizamos el protocolo CAM-bus, que consiste en un sistema en el que solamente hay una línea de cables que conecta todos los sistemas del coche mejorando la eficiencia y simplicidad de la electrónica del coche”. Pero el mayor de los esfuerzos, y el más importante según los miembros de la escudería, es el paquete aerodinámico, mucho más desarrollado y con formas “más complejas” que hacen que el vehículo sea más ligero, redirigiendo el aire de forma más eficaz para conseguir una mejor refrigeración de la unidad de combustión, lo cual permite que tenga un mayor rendimiento.
Formula Student
Como todos los años, la escudería UVigo Motorsport competirá con este coche en la Formula Student, una competición de carácter universitario en la que participan más de 300 equipos de toda Europa, aunque en la categoría de motor de combustión, que es el que utiliza el UM23, compiten unos 20 equipos en cada prueba aproximadamente. Los estudiantes de la UVigo acudirán a dos citas de la Formula Student en dos circuitos míticos del continente europeo. La primera de ellas, del 19 al 23 de julio en Silverstone (Gran Bretaña), pista donde cada año corren MotoGP y Formula 1 y donde este mismo domingo Fernando Alonso tratará de buscar su 33ª victoria. Ya en agosto, del 6 al 12, lo harán en Montmeló (Cataluña), otro circuito habitual en el calendario del deporte de motor de élite. En estas citas la escudería se someterá a dos tipos de pruebas: dinámicas y estáticas. En las primeras, se ponen a prueba la velocidad, aceleración, paso por curva y rendimiento del coche; mientras que las segundas buscan premiar el conocimiento profundo de la fabricación del vehículo, pues deben conocer al detalle los costes y justificar cada una de las decisiones tomadas a la hora de diseñar y fabricar el monoplaza.
“Lo más difícil es organizarse”, cuenta Óscar Hermida sobre el proceso de fabricación del UM23. “Dependemos de empresas que nos prestan instalaciones y maquinaria y los plazos los ponen ellos”, explica.
