Arte vigués

La última pintura de Luis Torras llega a la sala de exposiciones

El paisaje”, de 2023, fue la última obra pintada por Luis Torras a los 110 años.
photo_camera El paisaje”, de 2023, fue la última obra pintada por Luis Torras a los 110 años.
La galería Montenegro inaugura el viernes una muestra retrospectiva en homenaje póstumo al artista con fondos de la familia

La galería Montenegro cumplirá con uno de sus proyectos cinco años después. Este viernes inaugura una exposición sobre la pintura de Luis Torras, “Formas no espazo e no tempo”. Comisariada por Carlos Bernárdez, son 23 obras entre la más antigua de 1960, “La campesina”, y “El paisaje”, el último cuadro que realizó y acabó en el verano de 2023, a los 110 años. “Le dio bastante trabajo, estuvo varios meses encontrando la colocación idónea de unas figuras”, recuerda Víctor Montenegro, muy cercano al artista fallecido en enero. “Es un homenaje a Luis por la amistad que nos unía y agradezco a la familia toda la colaboración para llevar a cabo un proyecto que había programado con Torras en 2019, pero que quedó paralizada por la llegada del covid”.

Pese haber sido el pintor en activo más longevo del mundo (trabajó hasta meses antes de su muerte a los 111 años), dejó poca obra, algo que sorprendió al propio galerista. “Destruyó mucha, acostumbraba a decir ‘este cuadro no se sostiene’ y lo rompía, también se deshizo  de dos que estaban seleccionados para esta muestra; de sus papeles y bocetos tampoco queda nada”. El grueso de la selección lo escogió el propio artista en 2019, “a mí solo me dejó elegir dos o tres pinturas”, confiesa Montenegro de un montaje que mantuvo prácticamente igual. A diferencia de la planteada en un principio, esta será una exposición comercial, ya que existe demanda. “Es algo que en vida de Luis no pude hacer, era muy reacio a vender”.

Para este proyecto, Montenegro se rodeó de personas que tuvieron gran aprecio al artista y que participaron con sus textos en el catálogo. Así, la profesora de arte Ana Pereira destaca “su pintura siempre figurativa y honesta, fruto de una dialéctica íntima y solitaria entre hombre y creación, así es la pintura en soledad de Luis Torras”. 

 

 

El escultor Silverio Rivas fue su alumno en Artes e Oficios. Recuerda la importancia que daba al dominio del dibujo ornamental: “La palabra clave que pronunciaba el maestro cuando corregía nuestros trabajos era ‘aquilatar’ la línea al máximo, los ejercicios tenían que repetirse infinidad de veces hasta conseguir ajustar el trazo a esas exigencias; un milímetro de diferencia en la inclinación de una línea de quince centímetros era para Luis Torras una enormidad”. Rivas asegura que con el tiempo comprobó que ese rigor tenía “mucho fundamento”. Antón Beiras Cal reflexiona sobre su amigo a quien lo considera “ao seu modo un artista maldito. Nunca cultivou relacións sociais, non tomou viños no Eligio. Non participou co resto da súa xeración artística na resistencia cultura fornte a dictadura. Afastouse intencionadamente da popularidade. Por iso a súa obra é tan exquisita como un cisne negro”.

Román Pereiro y Carlos Bernárdez también participan en un catálogo, donde es especialmente emotivo el testimonio de su hijo, Luis Torras Incera: “El Luis Torras que yo conocí de niño siempre estaba con el caballete y los lienzos de un lado para otro. Sus salidas eran escasas: Celta, playa y cine de vez en cuando”. Comenta el carácter obsesivo con la temática y su perfeccionismo. “Podía pintar la misma escena durante días. Muchos de los cuadros que recuerdo de mi infancia, los destruyó con el tiempo”.

Define lo que sería para él un retrato de su padre como “un hombre ausente, solitario, absorto en su universo pictórico. Supongo que su problema de oído agudizó su distanciamiento de las reuniones familiares y sociales. Permanecía al margen de la realidad. Una mente privilegiada para el oficio de pintor, muy técnica, pero un ser humano devorado por el caos, fuera de su mundo de paleta y color”.

Con la asistencia de su familia, amigos, representantes del Concello y miembros de la Escola de Artes e Oficios, donde impartió clases. La inauguración del viernes pretende ser un emotivo recuerdo de un hombre que sintió y vivió el arte como pocos.

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