Terapeutas de cuatro patas para grandes y para chicos

Uxía con “Eco”; Julia y “Morgan”, Alicia con “Goofi” y Loly con “Ross” en el colegio “Juan María”.
photo_camera Uxía con “Eco”; Julia y “Morgan”, Alicia con “Goofi” y Loly con “Ross” en el colegio “Juan María”.

Una empresa de Vigo da apoyo con perros a colegios, centros de educación especial y residencias de mayores del área

"Goofi” sigue atentamente los movimientos de su adiestradora esperando la señal para entrar en acción. Mientras, en el aula del colegio “Juan María” de Nigrán todos los alumnos asisten a la clase con especial interés. Y es que es el día en el que los terapeutas caninos les visitan para realizar juntos actividades que “les ayudarán a motivarles, estimularles y facilitar y complementar el proyecto educativo que llevan a cabo en el centro”, explica Eugenia, psicóloga de Yaracan, asociación especializada en terapia canina con más de una década de experiencia en este campo. En la actualidad, colaboran con centros de la tercera edad de Vigo y su área y colegios como el de Nigrán e el CEIP Plurilingüe Mestre Ramiro Sabell Mosquera de Ponteareas. Además, tienen sesiones individuales con niños con problemáticas de todo tipo que además de contar con el apoyo de los terapeutas caninos, son seguidos por la psicóloga de Yaracan.

El método que emplean es “formar equipo con los profesionales de cada centro y complementar su trabajo con la ayuda del perro”, explican. La presencia de los animales en el aula “logra captar desde un primer momento la atención de todos. Tienen un acercamiento natural y multisensorial a las personas. Además, a la activación emocional positiva que generan se suma que no juzgan y tratan a todos por igual”, comenta otra de las integrantes del equipo.

Y es que como resaltan, los programas profesionales de Yaracan no son alternativos ni sustitutivos, son un complemento, un recurso de apoyo en los programas en los que interviene y se ha de integrar en ellos. Está diseñado buscando la excelencia y el control de cada uno de los procesos que intervienen en un programa. 

Pese a que la presencia de un perro en el aula puede hacer pensar que supondría una “revolución”, el efecto es el contrario, ya que las sesiones están “muy estructuradas y cumplen unos objetivos pautados con los profesionales del propio centro, adaptándonos a sus necesidades”, aseguran.

Para ello es imprescindible que los perros que intervengan en el proceso “tengan el entrenamiento adecuado y sea un animal completamente predecible, que es una de las condiciones que debe tener todo perro de terapia”. En el caso de Yaracan, todos los ejemplares “son nuestros o de colaboradores que trabajan con nosotros siguiendo nuestro método”.

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