Episodios vigueses

Aquellas tardes en Samil con Valentín Paz-Andrade

El despacho de Paz-Andrade en su casa de Samil
photo_camera El despacho de Paz-Andrade en su casa de Samil
Tuvo siempre Paz-Andrade especial preocupación por insertar el gallego en las modernas corrientes socio-lingüísticas

Removiendo estos días mis archivos sonoros, gráficos y de palabra, en orden a un trabajo compilador de más envergadura, recupero y releo cientos de páginas de periódicos por los que anduve, donde aparecen estos documentos vividos de cierto valor. Abunda en extensión Valentín Paz-Andrade con quien tuve además mucha amistad, por lo que tengo mucho que contar. Unos pocos días antes de su muerte, cuando aún no había sufrido el último percance del que no se recobraría, Valentín Paz-Andrade le comentó tranquilamente a su hijo Alfonso: “Habrá que ir pensando en morrer”. Con sencilla lucidez, una de las más ricas inteligencias que Galicia había dado el pasado siglo, consideró llegado el tiempo de cerrar el ciclo vital inaugurado en Lérez 88 años atrás. A un paso del otro lado, aun se permitió Valentín alguno que otro sesgo de humorismo, como cuando lo fue a visitar un amigo médico que, para animarlo, le dijo: “Ánimo, Valentín, ya verás como también sales de esta”, a lo que Paz-Andrade respondió sin inmutarse: “Sí, mismo que no sé si con la marcha triunfal o con la fúnebre”. Tomando sus propias palabras con respeto a su amigo Pepe Fernández, también se puede decir de Paz-Andrade que fue “dramatis personae”, no en uno, no en dos, sino en casi todos los campos de la creación intelectual, en el foro, en la economía, en la empresa y en la política. No sé se a este singular intelectual le quedaron muchas cosas por hacer en la vida. Sospecho que, por lo menos, le gustaría publicar una revisión de “La marginación de Galicia”, tarea ésta siempre presente en su agenda personal, a la que lo habían animado de sobra amigos y seguidores, entre ellos Ramón Tamames, que le ofreció a ponerle al día las estadísticas.

Por lo que se refiere al habla, tuvo siempre Paz-Andrade especial preocupación por insertar el gallego en las modernas corrientes socio-lingüísticas, con la mirada puesta en su pertenencia a la familia cultural luso-brasileña, fruto de la que surge su libro “A galecidade en la obra de Guimaraes Rosa”, asunto que le serviría de tema para su discurso en la Real Academia Gallega. A veces, Valentín inventa o reconstruye no siempre en consonancia con los cánones normativizadores en uso. Es una muestra de su pensamiento en esta reyerta: “Xa sei que existe unha retesía entre lusistas e antilusistas. Sospeito que eso non ten verdadeira transcedencia nin hai por que se someter a esa dicotomía. O idioma máis desenvolvido da comunidade, máis feito, é o portugués, e se me apuran, o brasileiro. Estes últimos teñen cantidade de lingüistas, ensaístas, romancistas, poetas. Ese feito cultural dentro da nosa órbita cultural non se pode esquecer. Eu veño, dende que me podo dedicar un pouco máis á literatura, digo que eu me veño dedicando a cultivar ese comercio cultural co Brasil porque penso que é fundamental. Se Galicia, para os seus libros, abrira o mercado do Brasil teriamos conseguido un novo espazo, e un gran apoio para a nosa cultura: Unicamente, habería que escrebir de xeito que os leitores brasileiros e portugueses nos entederan, mesmo que non cómpre chegar a esa identidade de facer ámbolos idiomas iguais. O fundamental é a intercomunicabilidade e que eu, en galego, como moitas veces fixen, me poida entender cun morador do Mato Crosso, que é a zona do Brasil máis afastada das culturas europeas. Eso é emocionante. Nas miñas viaxes teño feíto esa experiencia e o mesmo en Mozambique. A esa gran ventaxa non se pode renunciar, ata en Copenhague puiden me entender cun nórdico falando en galego”.

Al comentar su biografía sobre Castelao, me dijo: “Pretendín que fora como foi. Sei que houbo moitas xeralizacións e certas apropiacións a favor desde determinadas ideoloxías. Iso sempre pasa coas figuras. Eu din un Castelao, humano, real, flexible e non ríxido. Era un home voluntarioso. Pode que eu non sexa un espírito independente para falar de Castelao. Non quixen facer unha biografía fría, erudita, acartonada. Eu quixen dar un Castelao vivo, como foi, cunha liña anecdótica que o retratara”.

En 1950, en el que muere Castelao, el Centro Gallego de Buenos Aires invita a Paz-Andrade a dar una serie de conferencias. Para prepararlas recoge amplia documentación de la que saldrá el germen de un libro decisivo: “Galicía como tarea'”, que, con el andar del tiempo, adecuadamente revisado se convertirá en el decisivo, “La marginación de Galicia”. Desde entonces, comienza a ser analizada la realidad económica del país de una manera diferente del que se había realizado hasta entonces. De vuelta a Galicia, Paz-Andrade fue llamado para dictar un curso de economía pesquera por la FAO, y escribe el primer tratado sobre la materia que se había hecho en el mundo hasta entonces: “Principios de Economía Pesquera”. En ese campo su colaboración con José Fernández va a ser decisiva para Galicia.

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