Con público esperando desde primera hora de la tarde, las tres Tanxugueiras se emocionaron al salir al escenario (Olaia con lágrimas en los ojos) al verse rodeadas de más de 25.000, personas, (40.000 según datos oficiales), lleno absoluto. Empoderadas y defensoras del patrimonio musical del país lograron galeguizar el auditorio de Castrelos, donde se bailaron muiñeiras y piezas tradicionales.
Como es habitual, Abel Caballero ejerció de maestro de ceremonias, expresándose en gallego en honor a las invitadas, “gústanos disfrutar da música, aquí coa mellor música, aquí coa mellor música do mundo, con Tanxugueiras que dará o mellor concerto do mundo”.
Con el público ya entrado en todo y animado con la actuación de Laura Lamontagne & Pico Amperio, que actuaron como teloneros, las Tanxu comezaron con “Fachenda”, un tema al que prosiguió el saludo en boca de Aída: “Ola, Vigo! Grazas por estar aquí, agardamos que disfrutedes moito da música e da nosa lingua”. Después, los temas nuevos, dedicados a los pecados: “Arica”, “Desidia”, “Averno” o Albedrío" y volvieron a mostrar la destreza del trío por fusionar la tradición de las cantereiras con sonoridades contemporáneas. “Que levante á man todo aquel que se considere pecadora ou pecador, pois aquí teñen o averno”, presentaron.
Las tres pidieron además un aplauso fuerte para Isaac Palacín, batería de Mos, que actuó con ellas en Castrelos y que formó parte de Mattocongrio o Berrogüetto.
En la segunda parte, dominaron los ritmos más propios da terra, con jotas (de Limiñoa) o muiñeiras (de Sísamo).
Y sonó “Midas”, el tema coreografiado por el vigués Xisco, al que siguieron otros himnos para la fiesta con “Fame de Odio” o “Malquerenza”. Tras dirigirse en varias ocasiones a los asistentes, llegaron a la despedida con “Seghadoras”, que todo el mundo acompañó de ovaciones. El momento álgido llegó con los bises, “Figa” y “Terra”, que fue coreado por toda la platea.
