La totalidad de playas de las Rías Baixas están sentenciadas a desaparecer parcial o totalmente si se cumplen las expectativas realizadas por el Ministerio de Transición Ecológica en las interacciones mar-tierra debido al cambio climático. En el resto de Galicia habría importantes afecciones, pero en las rías de Vigo y Pontevedra sobre todo, la totalidad de arenales desaparecerán total o parcialmente por efecto de la subida del nivel del mar. Eso lo señalan los últimos planes de ordenación del espacio marítimo en su apartado dedicado al Noroeste peninsular, donde se advierte de que todos los ayuntamientos ribereños de la Ría de Vigo (y la de Pontevedra, y también Arousa) verán como sus líneas de mar sufrirán un cambio a medio plazo, en el entorno de medio siglo. En paralelo, la costa artificial (muelles, diques y paseos) también sufrirá rebases y daños.
La inundación permanente debido a la subida del mar, señala el ministerio, “tendrá un alcance importante en playas y terrenos sin pendiente”. Además del retroceso de la costa, el daño por inundación permanente tierra adentro “puede ser importante para el sector agrícola”, avisa, “así como para los usos residenciales y turísticos, muy importantes en esta demarcación, y en menor medida, los industriales”.
La pérdida de anchura de las playas afectaría a 596 arenales de 127 municipios: todos los de Rías Baixas y muchos otros de Galicia, donde el límite del suelo urbano se encuentra a menos de 500 metros de la línea de playa. Solo nueve ayuntamientos gallegos se salvan. En el informe se advierte de que se han excluido las playas artificiales y tramos naturales de costa rocosa baja y de acantilados, ya que no sufrirían la regresión que se da en las calas de materiales sueltos.
