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Sólo un comedor social de Vigo sigue funcionando en agosto

El Comedor de la Esperanza es el único comedor social en activo a diario durante este mes.
photo_camera El Comedor de la Esperanza es el único comedor social en activo a diario durante este mes.

El Comedor de la Esperanza ofrece comida diariamente gracias a sus decenas de voluntarios

 De los tres comedores solidarios que operan entre semana en Vigo, dos de ellos, el de La Sal de la Tierra en Manuel de Castro y el de la Misión del Silencio en Urzaiz cierran en agosto por descanso de sus trabajadores. Solo uno de ellos afrontará el mes en activo, el Comedor de la Esperanza, ubicado en Rúa de San Francisco. Los en torno a 40 voluntarios y empleados de los que dispone le permiten asumir la carga de trabajo extra que supone acoger a usuarios habituales de otros comedores, aumentando el número de personas a las que sirven cada mañana de "entre 110 y 120 durante el resto del año a unos 160 estos días", un aumento de en torno al 40%.
En comparación a otros años en estas mismas fechas, el incremento de usuarios ha sido afortunadamente menor. "Estos días han venido menos personas de las que esperábamos, no hemos llegado a sobrepasar los 200 usuarios como otros años", apunta una de las responsable del comedor, aunque sí que destaca que "el número de asistentes es muy variable, por ejemplo a principios de mes vienen menos que a finales". Además, recuerda que "intentamos ayudar a la gente para que no tenga que depender del comedor, es mucho mejor que reciban la comida del banco de alimentos en su casa", ya que aunque "aquí les atendemos con total dignidad, es un ambiente dificil". La mayoría de los usuarios que acuden al comedor son "personas totalmente normales", no suele haber problemas y varios consiguen salir del bache, pero también acuden varias personas con adicciones al alcohol o a las drogas.
Estos meses supusieron una novedad para el funcionamiento de los comedores sociales por la nueva normativa que exige identificar a todos sus usuarios. En palabras de la responsables del comedor, "es positivo porque así se tiene un control de las personas que necesitan acudir a nosotros, aunque es cierto que para algunas personas supone un reparo" por el estigma social asociado a un servicio como este. Incluso sospecha que algunas personas acuden menos debido a esta medida, aunque nunca han negado la ayuda a nadie por problemas con la identificación. En todo caso, desde su entrada en vigor el 1 de mayo hasta ahora, más de 800 personas diferentes fueron censadas como usuarias del comedor. 

Otras alternativas
Además del Comedor de la Esperanza, se encuentran en activo este mes el comedor de fines de semana Vida Digna, en Teis, y el reparto de bocadillos de la ONG A las 5, en Taboada Leal, y de la fundación Érguete en su unidad móvil situada en Jacinto Benavente. También funciona el albergue municipal,  en Marqués de Valterra, que ofrece habitación y comedor pero solo durante 10 días, teniendo que permanecer fuera otros 10 para volverlo a utilizar. La concentración de varios de estos servicios en las proximidades de Rúa Torrecedeira, con varios centros escolares, provocó el mes pasado varias manifestaciones contra la gestión municipal de la exclusión social y a favor de un nuevo plan integral, ya que algunas personas conflictivas causaban problemas en el barrio. 

María Almeida Voluntaria en el comedor social

 "La alimentación es un derecho, no hay que verlo como caridad o limosna"

María Almeida

Una de las cosas que llaman la atención al ver la cola es que la forma gente totalmente normal.
Desde luego, hay mucho más que el perfil típico de vagabundo, hay gente que no llega a fin de mes y completa con las comidas de aquí. En gran parte son gente originaria de la ciudad, que te puedes encontrar cualquier día en el barrio. Lo que si son es mayoritariamente hombres.
¿A que crees que se debe que sean sobretodo hombres?
A los hombres les suele afectar más la situación de exclusión, el alcoholismo, perder la familia... La mujer sale más veces adelante, pelea más en la vida.
¿Cómo es el trato con los usuarios del comedor?
El ambiente es bueno, varios se conocen entre ellos, y por lo general nos respetan, nos tienen cariño y están agradecidos. Lo importante es enfocarlo como algo a lo que tienen derecho, no como caridad o limosna. Al fin y al cabo los pobres son personas. Hay personas educadas y personas que no lo son, personas con buen carácter y con mal carácter... Ser pobre no te hace ser un colectivo homogéneo.
El Comedor de La Esperanza permanece activo en agosto mientras otros tienen que cerrar.
Yo creo que se debe a que somos muchas personas colaborando desinteresadamente, sin cobrar nada. Algunas tenemos trabajo o vacaciones, pero siempre hay hueco para echar una mano.
¿Qué tal llevais el aumento de personas que recibe el comedor este mes?
Se lleva bien, se nota sobretodo que hay caras nuevas. De hecho, varios de los habituales aprovechan el verano para irse "de vacaciones" a otros sitios... 

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