Sogama prepara una ‘revolución’ en Vigo para reciclar materia orgánica

En Coia, Navia y algunos otros puntos de la ciudad hay ya contenedores marrones para residuos orgánicos colocados de forma experimental.
photo_camera En Coia, Navia y algunos otros puntos de la ciudad hay ya contenedores marrones para residuos orgánicos colocados de forma experimental.
Ampliará la capacidad de la planta de Guixar y el Concello deberá colocar en las calles el contenedor marrón

La planta de Sogama en Guixar hará modificaciones en su funcionamiento interno para la gestión de materia orgánica ante la obligación de implantar la recogida selectiva de origen doméstico antes del 31 de diciembre de 2023. Será una auténtica revolución por cuanto obligará a los vecinos a repartir sus residuos en más bolsas. Y a Sogama, la empresa pública que gestiona la eliminación de residuos (51 por ciento Xunta), a ampliar sus servicios, tanto en Guixar como en su central en Cerceda, donde ahora llegan a diario unas 270 toneladas en tren, la mayoría de residuos convencionales y una parte de bricks, plásticos y envases para reciclar.

Según destaca Sogama, aunque la gestión de los residuos urbanos es una competencia municipal, la Xunta  ha diseñado una red de infraestructuras orientadas a valorizar la materia orgánica recogida de forma separada. Esta red estará conformada por 17 instalaciones: cuatro plantas de biorresiduos (Cerceda –ya en funcionamiento-, Cervo, Vilanova de Arousa y Verín) y 13 plantas de transferencia que serán adaptadas para poder trasvasar en las mismas la materia orgánica. Guixar, la más importante de la red de Sogama, será una de ellas. Indicaron en la empresa pública que en la misma se acometerán una serie de mejoras técnicas que incluirán la sustitución de uno de los compactadores para que gane en eficiencia y la instalación de una tolva específica para la fracción orgánica, en lo que supondrán los primeros cambios de calado en dicha instalación desde que comenzó a funcionar. Y la prueba de que se mantendrá en el mismo sitio durante los próximos años. La licitación para la adaptación de esta planta de transferencia saldrá a la luz los próximos meses, “constituyendo un paso importante para que la ciudad de Vigo pueda incrementar sus tasas de reciclado al añadir la recuperación de los residuos orgánicos mediante su conversión en compost”, añaden en Sogama.

Los ayuntamientos, por su parte, deberán colocar en las calles un quinto contenedor, de color marrón, destinado exclusivamente a acoger los residuos orgánicos. Este contenedor se sumará al amarillo (envases de plástico, latas y briks), azul (papel y cartón), verde (envases de vidrio), verde genérico o gris (los materiales no reciclables). Con la infraestructura referenciada, la mayor parte de los ayuntamientos adheridos a Sogama (295 en total) tendrán una planta de biorresiduos o de transferencia a menos de 50 kilometros de distancia.  De forma paralela, Sogama seguirá promoviendo el compostaje doméstico en la comunidad. A día de hoy, ya ha repartido, de forma gratuita, más de 17.300 compostadores entre 404 entidades. 

Cada vigués genera al día casi un kilo de residuos

La cuenta sigue sin variar, aunque con matices. Según los datos de Sogama, Vigo acumula en los ocho primeros meses de 2021 33.515 toneladas de basura convencional (la que se deposita en los contenedores verdes) y otras 1.247 toneladas en el contenedor amarillo de plásticos, bricks, latas y similares. El contenedor azul, de papel, está fuera del control de Sogama, pero según la empresa Ecoembes se mueve en torno a las 3.000 toneladas. En total son 800 toneladas menos de “bolsa negra” y 15 más de “amarilla”, confirmando que hay un proceso consolidado de reducción de vertidos y de incremento del reciclaje. Pero lo que apenas cambia es la generación de basura: cada vigués produce alrededor de un kilo diario de desechos, y esa cifra apenas se ha movido en los últimos 30 años. 

Es decir, ha variado el contenido y se ha hecho habitual la separación, pero los casi 300.000 vigueses producen cada día de media alrededor de 290 toneladas, prácticamente un kilo por persona. Cuando Vigo todavía tenía abierto el vertedero del Zondal y la planta incineradora vecina también generaba en torno a un kilo por persona, así que no ha cambiado en esencia el volumen. 

La instalación seguirá durante años en territorio portuario

Como es conocido, la posibilidad de trasladar la planta de Guixar (la mal llamada empacadora) al Puerto Seco (la Plisan) fue descartada por Sogama por lo que supondría de encarecer el servicio y que docenas de camiones tuvieran que realizar un largo camino hasta Salvaterra. Guixar tiene a favor que se encuentra en una zona industrial en el centro y al lado de la terminal del ferrocarril, lo que facilita la operativa y reduce costes. En su plan de futuros la Autoridad Portuaria plantea la posibilidad de que Sogama abandone la parcela donde opera desde 1995 y ganar así 8.000 metros de superficie, pero siempre como una propuesta sin horizonte y en todo caso a largo plazo, más como una lejana posibilidad. Curiosamente, la existencia de la instalación ha permitido hasta la puesta en marcha de una línea con Oporto de contenedores mantener la estación de mercancías, que se surtía básicamente con las toneladas movidas desde Sogama, con 28 depósitos diarios y un máximo de 300 toneladas. Incluso hay días con un segundo tren desde Guixar a Cerceda.

Contenedor marrón a pruebas en Vigo

En Coia, Navia y algunos otros puntos de la ciudad hay ya contenedores marrones para residuos orgánicos colocados de forma experimental. En dos años estarán por todo Vigo.

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