Apenas un mes después de que un trabajador y una trabajadora perdieran la vida aplastados por sacos de plástico en una planta de reciclaje de A Coruña, un nuevo accidente se cobraba ayer otra vida, esta vez en Vigo.
La víctima, un operario de 50 años, J.B.H., moría sobre las 9:00 de la mañana al precipitarse desde la cubierta de una nave situada en el astillero San Enrique (antiguo Vulcano), mientras realizaba trabajos previos para la instalación de placas fotovoltaicas. Según explicaron desde el propio astillero, el trabajador, que pertenecía a una empresa colaboradora, estaba realizando obras en cumplimiento del acuerdo de transición energética cuando sufrió el accidente y añadieron que los protocolos de seguridad están a disposición de todos sus trabajadores y de los de las empresas colaboradoras que realizan allí tareas.
Tras dar aviso de inmediato al 112, hasta el lugar se desplazaron efectivos de la Policía Nacional, Local, 061 así como personal del Puerto. Sin embargo, a consecuencia de las graves lesiones sufridas por la caída, los sanitarios solo pudieron certificar el fallecimiento del herido.
La Policía informó de que se ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias del accidente.
El astillero transmitió a la empresa colaboradora su máximo pesar, para que lo haga llegar a los familiares del trabajador fallecido.
La estadística sobre siniestralidad laboral correspondiente al mes de enero, hecha pública por el Ministerio de Trabajo, refleja que en Vigo y la provincia la media de accidentes se sitúa en 23 al día, con un total de 710. Y, aunque el año pasado hubo una reducción de los accidentes mortales en más de un 60% (debido a que el año anterior se compatibilizaron los 21 marineros fallecidos en el naufragio del ‘Villa de Pitanxo’), los primeros meses de 2024 están dejando un trágico balance: hasta la fecha ya son cuatro los trabajadores fallecidos. El Instituto de Seguridade e Saúde Laboral refleja en sus datos anuales correspondientes a 2023 que pese a la caída en los accidentes más graves, hubo un repunte de siniestralidad laboral de un 12,07%, con más incidencia en el sector servicios, seguido de la industria. En total, en la provincia hubo una quincena de trabajadores que perdieron la vida mientras se encontraban en su puesto, mientras que otros seis fallecieron ‘in itinere’, la misma cifra que el año anterior.
El sector naval anuncia una parada y concentración por el último accidente
Los sindicatos CCOO, UGT y CIG se reunieron ayer de urgencia para tomar medidas tras la muerte de un trabajador dentro de las instalaciones del Astillero San Enrique en Teis. Tal y como informaron fuentes sindicales, se acordó llevar a cabo una parada de todo el sector durante el día de hoy, con una concentración a las 9:00 en la puerta de cada astillero y posterior salida hasta llegar a la delegación de la Xunta a las 9:30.
De esta forma, los trabajadores del sector volverán a pedir mayores medidas de seguridad, como ya hicieran hace solo unos meses, en septiembre pasado, cuando se produjo el último siniestro mortal dentro de un astillero. En aquella ocasión fue un operario de 42 años el que perdía la vida al quedar atrapado en una grúa en los Astilleros Armón, en la avenida de Beiramar. El fallecido, de una empresa auxiliar eléctrica, no pudo sobrevivir de las graves lesiones a pesar de los esfuerzos del equipo médico.
El año anterior, un trabajador de 42 años, de una contrata moría en los Astilleros Cardama, también en Beiramar, al caerle encima un bloque de acero mientras realizaba una descarga.
Durante 2023, los siniestros en la industria subieron un 13%, con un total de 2.693, tres fallecidos y 31 personas en estado grave. En el sector servicios se registraron nueve víctimas mortales y un total de 4.721 accidentes. También se registró un aumento de mujeres entre las víctimas, con dos muertes en Vigo y provincia a lo largo del año pasado, respecto a una sola en 2022.
La Fiscalía abrió más de 40 causas penales por seguridad
Las investigaciones policiales por accidentes registrados en el ámbito laboral llegaron a abrir más de cuarenta causas penales por la Fiscalía provincial. La estadística hecha pública el año pasado, referente a 2022, reflejaba un total de 32 diligencias previas relacionadas con presuntos delitos contra la seguridad en el trabajo y otras doce por imprudencia. La cifra no obstante era menor que la del ejercicio anterior, cuando se incoaron un 25% más.
La última condena en los juzgados de Vigo referente a un accidente laboral se dictó el pasado mes de febrero en una vista por conformidad. Los tres responsables de la obra de un edificio en la zona de Castrelos, en la que falleció un operario de 59 años, asumieron penas de entre nueve meses y un año de prisión, por un delito de homicidio por imprudencia. El trabajador falleció al caer por un agujero de nueve metros que no contaba con red protectora de caídas. La Fiscalía aplicó la atenuante de reparación del daño porque la empresa indemnizó a la familia de la víctima. Además, se les aplicó dilaciones indebidas porque el proceso se prolongó más de la cuenta hasta llegar a juicio.
