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Dos siglos de murallas que marcaron la urbe viguesa

Antonio Garrido, Xoán Carlos Abad, el concejal Abel Losada y Ramón Iglesias Veiga destacaron la figura de Jaime Garrido, en la presentación de su libro póstumo, “Vigo amurallado”, editado por el Instituto de Estudios Vigueses.
photo_camera Antonio Garrido, Xoán Carlos Abad, el concejal Abel Losada y Ramón Iglesias Veiga destacaron la figura de Jaime Garrido, en la presentación de su libro póstumo, “Vigo amurallado”, editado por el Instituto de Estudios Vigueses.

El Instituto de Estudios Vigueses presentó la obra póstuma de Jaime Garrido en un acto de reconocimiento a toda su trayectoria

nnn Vigo reconoció ayer la labor de uno de sus vecinos insignes, Jaime Garrido, presentando su libro póstumo “Vigo amurallado”. Promovido por el Instituto de Estudios Vigueses, organismo del que era socio fundador, el salón de actos del Marco acogió un recuerdo al arquitecto, fallecido en abril a los 80 años y que deja tras de sí una ingente obra a favor del patrimonio vigués. 
“El lugar elegido, el Museo de Arte Contemporáneo, tiene un valor simbólico en su trayectoria, ya que protagonizó una gran batalla para que el edificio no se demoliese, fue el primero en levantar la voz hasta que logró su conservación”, señaló Xoán Carlos Abad, director del Instituto, que junto a Antonio Giráldez y Ramón Iglesias Veiga, establecieron la importancia del último legado de Garrido: “Este trabajo culmina muchos de sus trabajos”. Abad destacó que el autor “siempre fue muy exigente con su obra y con este libro estaba contento, esperaba que fuese una obra de referencia y creo que lo logró”. Así, el director del Instituto puso en valor el tiempo invertido en la realización de esta publicación: “Le dedicó mucho a transcribir documentos, a redondearlo, era muy escrupuloso con todo; ya estaba en la imprenta cuando falleció”.
Para Giráldez, este libro aborda 200 años de Vigo amurallado que marcaron la morfología de la ciudad. “Las murallas fueron esenciales en la configuración de Vigo”. Así, destacó como Garrido recoge la importancia de los vecinos que la levantaron piedra a piedra para  protegerse contra los ataques portugueses y como decidieron demolerlas dos siglos después para poder crecer: “Eso volvió a cambiar la estructura de las calles, con la ampliación de los viales y la construcción de edificios de nueva planta, pasó de ser estrecha a ser espaciosa y hermosa”. 
Indicó que la villa protegida por murallas no se entiende sin la amenaza constante de invasiones, ni su derribo sin la pujanza económica de Vigo en la segunda mitad del siglo XIX. Pero Antonio Giráldez recordó también que Jaime Garrido, además de un historiador de la arquitectura fue arquitecto y como tal dejó cerca de 1.500 proyectos tanto para promotores privados y como para administraciones públicas. “El Instituto no se puede entender sin él”, apuntó. 
Recordó uno de sus grandes éxitos literarios, “Vigo, la ciudad que se perdió”, que va por la quinta edición: “Denunció y evitó atropellos urbanísticos como en el caso del Marco, evitando su demolición; la protección de la Estación de tren de Vigo; la puesta en valor del castillo de O Castro, el único íntegro que hay en Galicia del  XVIII y con ello logró el derribo del restaurante;  leyendo su obra los vigueses pueden aprender a conservar su patrimonio”.
Pero para Giráldez, el legado de Jaime Garrido va más allá: “Tiene un archivo impresionante con todo lo que escribió y lo que  tenía pensado escribir, que se truncó con su muerte; su deseo era que lo conservásemos en el Instituto para que otros investigadores puedan seguir sus pasos”. Para una custodia digna de este tesoro documental, pidió la colaboración del Concello.
Coautor de muchos de sus libros, amigo y cómplice en sus paseos por la ciudad, Ramón Iglesias Veiga también se sumó al homenaje. De “Vigo amurallado” dijo “es una obra fundamental para la ciudad, recoge experiencias de sus trabajos anteriores y también aporta datos inéditos de gran valor para los vigueses”.
Para Iglesias Veiga, el impacto de las murallas en Vigo fue enorme: “Se le da mucha importancia  la guerra contra los franceses y no tanta a las murallas que dejaron un huella enorme en la ciudad, sobre todo a nivel urbanístico”. 
Afirmó que “Vigo amurallado” es el resumen de un trabajo impresionante, donde “calcó con papel vegetal más del 80 por ciento de las alienaciones en las calles, una aportación nueva que junto a otros aspectos, hace de este un libro magistral”. 
Como historiador del arte, lo califica de imprescindible: “Resume el compromiso de Jaime Garrido con Vigo; hay libros que surgen para enaltecer la vida de una ciudad y recordar a las generaciones presentes la importancia del legado patrimonial”.n

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