El Sergas negocia con los médicos en huelga y dará nuevas citas a los pacientes

Las protestas se celebraron a las once de la mañana en el exterior del hospital y en el pasillo de la Gerencia.
photo_camera Las protestas se celebraron a las once de la mañana en el exterior del hospital y en el pasillo de la Gerencia.
Los facultativos se concentraron ayer en el Cunqueiro, donde hicieron una pitada al gerente, y hoy se suman a una protesta a nivel autonómico en el Clínico de Santiago

Unos 250 facultativos se concentraron ayer a las puertas del Hospital Álvaro Cunqueiro en la séptima jornada de huelga indefinida convocada por el sindicato CESM para mejorar las condiciones laborales y salariales del colectivo médico.  La protesta se celebró en el exterior del hospital y concluyó con una pitada en los pasillos de la Gerencia. En Lugo y Ferrol también hubo ayer concentraciones y hoy está previsto que médicos de toda Galicia se sumen a la protesta en el Hospital Clínico de Santiago.

La asamblea celebrada a mediodía de ayer en Vigo acordó mantener la huelga, que comenzó en toda Galicia el 11 de abril, a la espera de lo que suceda el miércoles por la tarde cuando está previsto retormar el diálogo con la Xunta. El pasado viernes, la Consellería de Sanidade invitó al comité de huelga de CESM a una reunión en la que se podría desbloquear el conflicto. “Vamos con voluntad de acuerdo, porque nadie quiere esta huelga, pero para nosotros es todo o nada”, decía ayer la delegada María Montes. Una de las preocupaciones del sindicato es que se ponga fecha a los compromisos que se adquieran. No es la única cita importante esta semana, puesto que el jueves se celebra otra reunión en la Consellería de Sanidad, en este caso la Mesa Sectorial en la que participan CIG, CCOO, UGT, CSIF y Satse, y de la que podrían salir acuerdos válidos para el colectivo médico.

El sentir de los médicos es el mismo en Lugo, Ferrol o Vigo. Aseguran que están sobrepasados por la carga de trabajo, que necesitan más tiempo para los pacientes y más descanso para atenderlos en condiciones, sobre todo tras las guardias. Junto a esto, quieren equipararse a otras comunidades en el precio de las guardias, que lleva años sin subir, que se pague el complemento específico a los que compatibilizan su trabajo en la pública y la privada,  o que les reconozcan los días 24 y 31 de diciembre como no laborales.

El delegado de CESM, Enrique Fernández,  dijo que la participación en la huelga habla “del hartazgo de los profesionales, que están quemados por su trabajo y por una sobrecarga asistencial inasumible. Un hospital no es una cadena de montaje”. En su opinión, los profesionales son conscientes de que se juegan su futuro y la calidad de atención al paciente, y lamenta que llamasen “tarde” al diálogo con el comité de huelga.

El área sanitaria enviará otra cita a los pacientes afectados

Desde que comenzó el paro indefinido de los médicos hace una semana, un total de 6.600 personas vieron aplazada su cita en el área sanitaria de Vigo para una intervención quirúrgica, una consulta externa o una prueba diagnóstica. De todas ellas, ayer por la mañana  se cancelaron 20 cirugías, 1.315 consultas y 54 pruebas diagnósticas.  En toda Galicia hacer cerca de 27.000 pacientes afectados por el paro, sumando operaciones, consultas y pruebas.

El gerente del área sanitaria de Vigo, Javier Puente, señaló ayer que en los próximos días se enviará un mensaje a todos los pacientes afectados para comunicarles que les fijarán una nueva cita para sus operaciones, consultas y citas a la mayor brevedad.

 Javier Puente mantuvo ayer la puerta abierta de su despacho en el momento de la protesta de los facultativos y únicamente les hizo una llamada cuando llevaron la pitada al exterior porque “es un hospital y no se puede hacer ruido”. Fueron solo unos segundos y los manifestaron tomaron nota.

La participación en la huelga fue del 12,47% en Galicia, según el Sergas, con Vigo a la cabeza (el 16,78%), mientras los convocantes dicen que superó el 60%.

“La sanidad tiene que hacer un reseteo, hay que actuar”

“Cada vez somos menos efectivos y hay más trabajo, eso redunda en la calidad de la atención. Queremos trabajar dignamente y tratar a la gente como se merece”. Así resumía el pediatra Óscar Blanco la situación. Considera que la profesión se ha degradado y que es necesario reducir las horas de trabajo, pagar “dignamente” las guardias que llevan años sin revisarse y el complemento específico. 

El cardiólogo Enrique García explica que la pandemia llegó "en un sistema que estaba ya saturado, hizo mucho daño y no se está rectificando. La sanidad tiene que hacer un reseteo y pensar en la situación actual, hay listas de epera, la gente está muy saturada de trabajo, hay bajas por depresión. El momento de hacer algo es ahora". Apunta también que además de recuperar la actividad (consultas e intervenciones) que se perdió en pandemia, hay más pacientes pluripatológicos por el envejecimiento de la población y falta personal ("hay  que preguntase por qué no hay médicos disponibles").

Otros facultativos concentrados en Vigo reconocen que hay compromisos, pero reclaman fechas y presupuestos para que no se queden en el aire.

Sobre las guardias, explicaron que vienen de una ley de 1966 cuando tenía que haber médicos en los hospitales por si había una urgencia y había que actuar inmediatamente. Sin embargo, esas guardias “se convirtieron viciadamente en tres turnos seguidos de 8 horas, en las que difícilmente hay tiempo para comer o descansar un poco”. A esto se suma el hecho de que en algunos centros no se cumplan las libranzas a las que tienen derecho los residentes tras las guardias. En relación también con las guardias, lamentan que esas horas no coticen a la Seguridad Social y que representan años de trabajo en el caso de los más veteranos.

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