vigo

La Señora de los Anillos

La escritora viguesa María Oruña, autora de "El bosque de los cuatro vientos".
photo_camera La escritora viguesa María Oruña, autora de "El bosque de los cuatro vientos".
La aparición de cuatro de los 9 anillos de los Santos Obispos revoluciona Santo Estevo de Ribas. La escritora viguesa María Oruña lo había anunciado en su última novela, que alentó la búsqueda a los restauradores

Tras siglos desaparecidos, los famosos "anillos milagrosos" de cuatro de los nueve Santos Obispos de la iglesia ourensana de Santo Estevo de Ribas de Sil finalmente han sido hallados, y justo en el lugar donde la exitosa escritora viguesa María Oruña había indicado en su última novela "El bosque de los cuatro vientos", basada en lo que se creía que era un mito. "Nadie se creía la leyenda, y que aparezcan ahora las reliquias milenarias legitima el trabajo de documentación que hay detrás", aseguraba ayer, agobiada por docenas de llamadas de todos los medios, pero feliz por el hallazgo que confirma su investigación. 
Durante los trabajos de restauración de la iglesia románica, iniciados hace pocos días por el Centro San Martín de la Diócesis de Ourense bajo la supervisión de la Xunta, fue abierta la urna que se conservaba en el relicario izquierdo. Para sorpresa de los presentes, albergaba en uno de sus compartimentos los restos óseos de los conocidos como "nueve Santos Obispos", y con ellos una bolsa de tela con cuatro anillos y dos documentos acreditativos de su identidad, en los que, según las transcripciones, aparece el texto: "Estos cuatro anillos son de los que quedaron de los nueve Santos Obispos". 
Luis Manuel Cuña, delegado episcopal de Patrimonio y Bienes Culturales del Obispado de Ourense, aseguró que "ha sido un hallazgo totalmente fortuito, nadie se lo esperaba", señalando que "hay muchos elementos que indican que posiblemente sean los anillos". 
Por tanto, en base a los materiales, el diseño y el estado en el que se encuentran las joyas, todo apunta a que pertenecían a los históricos prelados, pero "hasta que no lo verifiquemos, a través de investigadores especializados en joyas medievales e incluso restauradores de los Museos Vaticanos, no podremos confirmar definitivamente su autenticidad", exponía Cuña, reconociendo que "los documentos que venían con los anillos son una prueba bastante fehaciente de su validez; una suerte de certificado de calidad". 
Hasta que no comience el estudio exhaustivo de datación para acreditar su veracidad, las joyas permanecerán en las dependencias del Obispado, y luego pasarán, temporalmente, al archivo de la Catedral de Ourense. 

La bolsa hallada con cuatro de los nueve anillos de los

MARÍA ORUÑA

ESCRITORA, AUTORA DE EL BOSQUE DE LOS CUATRO VIENTOS"

María Oruña  fue la primera en encontrar los anillos de Santo Estevo en “El bosque de los cuatro vientos”, con una investigación previa al libro que hizo novela en Jon Bécquer, un detective de arte que tropezó con “una leyenda tallada en escudos de piedra, protegidos de los cuatro vientos”. “Siempre soñé con encontrar los anillos. Cuanto más investigaba y me documentaba para la novela, más sentía que faltaban menos piezas para completar el misterio. Era como si aquella historia estuviese dormida, esperando a que alguien soplase el polvo del tiempo sobre ella, aseguraba ayer. Oruña viajó a Santo Estevo, se sumergió en los archivos históricos, entrevistó a la restauradora de los relicarios de los obispos, Vania López, le dio un papel principal en su relato como Amelia y ahora ella ha sido quien ha encontrado el tesoro. Y lo más curioso de todo: los anillos han sido hallados en el primer lugar donde buscó Becquer (que también se corresponde con un investigador real), en las urnas con los restos de los obispos. María Oruña vive en Vigo, donde ahora se dedica a la escritura al 100 por cien tras dejar de lado la abogacía."Ya sólo soy licenciada en Derecho", cuenta.
¿Qué le parece el descubrimiento? ¿Le ha sorprendido?
Fui creando personajes según iba estudiando, sobre todo dos, Amelia y Pablo Quijano, que son la restauradora y el cura que la acompaña en la búsqueda de las reliquias. Se completa el círculo porque uno había realizado una búsqueda en las arcas fúnebres de los obispos, pero no habían visto nada entonces, pero claro, no era una exhumación formal. El pasado día 23 lo dijo Vania: estaban recogiendo todos los elementos de las arcas para restaurarlos y al separar los restos apareció una bolsa. Vania y Camilo, el alter ego de Pablo Quijano, dos personajes de novela en la vida real, los han encontrado. Contó que notó un cierto toque metálico en la bolsa y hallaron los anillos con el pergamino. 
Todo parece extraño, la verdad.
Sí, unas reliquias que fueron tan veneradas y con enorme peregrinación y es raro que nadie haya preguntado por ellas. Todo el mundo creía en la existencia de los 9 obispos, porque están por todos los escudos de la zona, pero nadie creía en los anillos. Estuve más de un año investigando, les metí el gusto por los anillos: Vania y Camilo me creyeron, y fueron ellos los que lo han encontrado, personas reales.
¿Y a partir de ahora?
Han dicho que el nuevo delegado de Patrimonio y una restauradora de los Museos Vaticanos van a autentificar esta antigüedad, de los siglo IX y X. La documentación (hallada con los anillos) es muy aclaratoria. Y yo buscaré los otros cinco que faltan, no me queda más remedio. En el arca donde había 5 obispos no apareció nada, porque estaba hecho polvo, y es donde deberían estar los anillos. Es una historia que nadie le hacía caso, y justo ahora cuando despierto la historia es increíble, aparece y la encuentra la restauradora Vania.
¿Y el descubrimiento no le estropea en parte el argumento de la novela? 
No, le da fortaleza. Para la fantasía guardo poco espacio, siempre hay una explicación científica o histórica. Cuando investigo lo hago seriamente, soy muy seria en mi trabajo y nada seria en lo demás, no persigo leyendas en el aire. Que se vea que hay un trabajo real detrás.
¿Estamos hablando de anillos mágicos? 
Depende de cada uno, ni entro ni salgo. Pero es cierto que lo creían.Lo que se decía es que pasaban agua por los anillos que sanaba quien la tomaba. 

Te puede interesar