La Sareb culpa a la Xunta de la merma de pisos sociales

Edificio en Privada Moderna, una de las propiedades de la Sareb en Vigo.
photo_camera Edificio en Privada Moderna, una de las propiedades de la Sareb en Vigo.
El Gobierno gallego asegura que “no hubo ningún cambio” en las peticiones a la entidad a lo largo de las negociaciones entre esta y el Instituto Galego de Vivenda e Solo

La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), también conocida como ‘el banco malo’, redujo en la última lista de inmuebles destinados a alquiler social las viviendas disponibles en Galicia de cerca de 500 a 187; y en el caso de Vigo, de 61 a 2. Desde esta entidad explican a este periódico que dicha reducción se debe no a los criterios marcados por la propia Sareb, sino a dos razones, principalmente: las exigencias que el Gobierno autonómico trasladó a la sociedad sobre las viviendas que podrían entrar en el convenio de colaboración, que eran distintas y más restrictivas con respecto a las de las listas que la Sareb había elaborado con anterioridad; y el hecho de que el parque inmobiliario de esta entidad cambia con regularidad porque está obligada a vender  y poco a poco siguen entrando nuevas viviendas en el canal de comercialización.

Por otra parte, fuentes de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda aseguran a este periódico que “por parte del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) no hubo ningún cambio de criterios en relación a la petición de información sobre las viviendas de la Sareb en Galicia”. Es más, estas mismas fuentes añaden que desde el anuncio del presidente Sánchez el pasado mes de abril todas las comunicaciones entre Xunta y Sareb fueron en el mismo sentido: “Solicitar una relación detallada de las viviendas que tienen en Galicia en condiciones de uso”. Una petición que “no sufrió modificaciones” desde el primer contacto entre ambas instituciones en abril hasta la última reunión del pasado 28 de junio, esgrimen desde la consellería.

Pese a esto, representantes de la Sareb insisten en la “total disposición” de la entidad para colaborar con ayuntamientos y comunidades autónomas para ceder estas viviendas, tanto en forma de convenio como vendiéndoselas a las administraciones. De hecho, ponen el ejemplo de un municipio gallego que se interesó por un bloque de viviendas que no estaba en las listas facilitadas a la Xunta y que terminó adquiriéndolo.

El precio medio de las viviendas ofrecidas, 97.000 euros

La Sareb nació en 2012 para “invertir y repagar deuda”, como declaran representantes de la entidad a este periódico. Con este propósito, elaboraron en febrero, dos meses antes del anuncio del Gobierno, un primer listado de las viviendas disponibles en la que, reconocen, había viviendas que no eran aptas para ser transformadas en vivienda social, debido a su alto valor o su emplazamiento –como, por ejemplo, en resorts de lujo–.

Por esta razón, ya en el segundo listado que publicaron tras el anuncio del Gobierno sobre la vivienda social decidieron poner un límite al precio de las viviendas que figurarían en el mismo: “Por más de 150.000 ninguna administración pública comprará inmuebles para convertir en vivienda social porque no es rentable”, explican representantes de la Sareb. Así, el precio medio de los pisos que están en los listados ronda los 97.000 euros según estas mismas fuentes, que apuntan que en febrero había, en toda España, 9.000 viviendas de la Sareb en el canal de comercialización y 12.000 a punto de llegar al mismo, pues el parque inmobiliario de la entidad es muy grande pero son necesarios un importante número de trámites judiciales y burocráticos para que todas las viviendas puedan ser comercializadas. A este respecto, la sociedad vende el 80% de lo que sacan a la venta cada año pero constantemente entran nuevos inmuebles en el canal de comercialización.

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