San Rafael prevé construir en Vigo otra residencia y un centro de día

Diego Viñas, director del centro, ante las nuevas instalaciones que está previsto inaugurar esta primavera.
photo_camera Diego Viñas, director del centro, ante las nuevas instalaciones que está previsto inaugurar esta primavera.
El centro inició hace tres años una profunda remodelación para adaptarse al perfil de sus usuarios. Las obras llevadas a cabo en este tiempo suponen una inversión de 4 millones 

El Centro San Rafael, de la orden de los Hermanos de San Juan de Dios, cumple 80 años de actividad con una completa transformación que permitirá, este año, la inauguración de un nuevo módulo residencial y centro de día con capacidad para 25 personas. Una ampliación que supondrá una inversión con fondos propios de dos millones de euros. A esta reforma se sumará en el 2024 la modernización del edificio construido en los 80 y que alberga la zona residencial, donde viven en la actualidad 104 usuarios, así como la zona destinada a despachos y áreas comunes. 

 

 

Todo un esfuerzo de adaptación a las nuevas necesidades que se inició hace algún tiempo con la supresión de barreras arquitectónicas en los cuatro edificios que integran el complejo; modernización de talleres y la instalación de dos ascensores que ayuda a superar el desnivel de 27 metros que separa la parte alta del complejo de Tomás Alonso. 

En total serán 4 millones de inversiones para “apostar por el futuro y adelantarnos a las necesidades”, asegura el director del centro, Diego Viñas. Una financiación que en un 95% es con fondos propios, parte de los cuales proceden de aportaciones y donaciones llevadas a cabo por los colaboradores.  

Ochenta años de historia y una adaptación permanente

El Hospital San Rafel abrió sus puertas en Vigo en el año 1943 en un edificio construido por el arquitecto vigués Antonio Cominges. Su objetivo era tratar a los niños afectados en aquellos años por la polio. De ahí su ubicación estratégica, a pocos metros del mar para beneficiarse de las propiedades terapéuticas de los baños en la playa. 

En los años 60 se transforma en un centro dedicado a las personas con discapacidad intelectual y en los 80 se construye la primera gran ampliación con el segundo edificio. La financiación de parte de esta obra se llevó a cabo gracias a la recaudación con una especie de quiniela ideada por los vecinos y que permitía que la mitad del dinero recaudado con las apuestas fuese destinado al centro. Una cantidad que fue completada con donaciones populares y aportaciones privadas, muy comunes en aquellos tiempos. 

En la actualidad, el centro acoge a 104 internos, entre los que hay 7 mujeres que se han incorporado recientemente. Además, da servicio a más de 500 personas que pasan por sus consultas de rehabilitación con especialistas en Logopedia o a los 30 niños que asisten al colegio especial con el que cuentan.

Alcanzar la cota 0 y conectar los cuatro edificios entre ellos

La nueva área residencial y el centro de día ocupan una antigua zona de talleres donde a partir de ahora estará la zona de dormitorios, ocupacional y el comedor.  Este pabellón estará rodeado por un espacio humanizado y ajardinado para el disfrute de los usuarios de estas instalaciones. Situado en la parte media del complejo de San Rafael, desde aquí se accede a la nave donde están los 11 talleres ocupacionales en los que desarrollan sus actividades 170 usuarios. 

Aquí también se encuentra el acceso a uno de los ascensores instalados en el 2019. Una reforma que en su momento buscaba la cota 0 en los cuatro edificios que integran en centro así como entre los accesos entre ellos. En el caso del ascensor exterior, también se construyó una pasarela que permitió unir dos de los niveles con mayor desnivel.

Además, en aquel momento, también se adaptaron los baños de la zona de dormitorios, donde viven 104 residentes, muchos de los cuales "con el paso de los años son dependientes y necesitaban mayor comodidad", explica.

Entre las mejoras destaca el baño completamente adaptado que permite el aseo de personas incluso acostadas. La zona de comedores fue otra de las beneficiadas, permitiendo varios turnos.  Asimismo se han instalado paneles solares en la cubierta de un pabellón, logrando generar 96 kilovatios. 

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