La Ría, el escenario para la despedida de los obispos

Los ocho obispos participaron en una misa de celebración, ayer, en la Concatedral.
photo_camera Los ocho obispos participaron en una misa de celebración, ayer, en la Concatedral.
Vigo acogió la cumbre ibérica de comisiones episcopales en la que recomiendan la formación de los comunicadores de la Iglesia

Los ocho obispos que participaron en la cumbre ibérica episcopal para Comunicación Social de Portugal y España hicieron públicas sus conclusiones en Vigo, después de un encuentro de tres días en Santiago de Compostela reflexionando sobre la Comunicación y la Iglesia. Como cierre de las jornadas realizaron un paseo en barco por la Ría.

En la Basílica-Concatedral comparecieron ante los medios con un mensaje claro: “En la comunicación está la esperanza”. Los integrantes de los distintos comités coinciden en la necesidad formar a los comunicadores de la Iglesia para “cuidar los mensajes que se transmiten” a través de las herramientas digitales. Apuntan que “es fundamental la proximidad y el diálogo con todos”.

Alertan sobre el peligro de caer “en el juego de las intrigas de la sociedad de consumo, donde es difícil distinguir la verdad de la mentira”. Piden  “comunicar una esperanza realista y resistente, siendo voz de los sin voz, del sufrimiento de la tierra y del dolor de los humanos”.

Dentro del contexto actual, recomienda repensar y elaborar una nueva presencia de la Iglesia “en la cultura, en la transformacións social y en la actividad política con la participación activa de los laicos”. Insisten en el papel de la familia como lugar para la transmisión de la fe. 

Recomiendan que “la comunicación social de la Iglesia sea cercana a las personas”, ya que “la experiencia cristiana ofrece la dinámica de perdón capaz de abrir el corazón a una esperanza mayor, al mismo tiempo difinitiva y transformadora”

Las ideas presentadas por los ponentes quedaron reforzadas con el intercambio de experiencias de los asistentes. En el encuentro participaron Francisco José Prieto, obispo auxiliar de Santiago; Sebastià Taltavull, obispo de Mallorca; José Manuel Lorca Planes, obispo de Cartagena y presidente de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales; Salvador Giménez, obispo de Lleida y João Lavrador, obispo de Viana do Castelo y presidente de la comisión de la Conferencia Episcopal Portuguesa fueron recibidos por el monseñor Luis Quinteiro Fiuza, que ejerció de anfitrión. Todos ellos confirmaron la necesidad de “saber contar historias de perdón, reconciliación y esperanza”.

La preparación de la Jornada de la Juventud en Lisboa

La presencia del obispo de Viana do Castelo propició que durante el encuentro se abordase la participación de las diócesis españolas en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa que tendrá lugar  en 2023. Además de un encuentro con el Papa, que se incribirá como primer peregrino, es una marcha, una fiesta de la juventud, una expresión de la Iglesia universal y un fuerte momento de evangelización del mundo juvenil. Se presenta como una invitación a una generación determinada en construir un mundo más justo y solidario. A pesar de su identidad claramente católica, está abierta a todos, tanto a los más cercanos a la Iglesia, como a los más distanciados. Desde la diócesis de Lisboa ya manifestaron su interés de involucrar directamente a la juventud española, tanto como participantes como de voluntarios. La invitación desde los responsables de la Jornada busca que el encuentro no se quede en un evento portugués, sino que alcance la categoría de ibérico para tener mayor capacidad logística a la hora de recibir a los jóvenes de otras nacionalidades. Así lo comunicó el obispo auxiliar de Lisboa en un encuentro con vigueses en el colegio Cluny.

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