Mariano Rajoy ya no milita en la política activa y lo dijo. Pero quiso estar en Vigo en apoyo del PP en el mitin del Auditorio, con Alberto Núñez Feijóo a su lado, porque "las cosas no van bien en España". Por eso, insistió en pedir el voto útil, como también lo hizo de forma reiterada Feijóo, "para no volver a las andadas". Reclamó un Gobierno para gente "normal" y no tirar el voto, recordando en varias ocasiones la situación económica como el gran eje de la campaña. Advirtió de que el PSOE dejó al PP en dos ocasiones sendas crisis, en 1996 y 2011 "aún más dura" debido a la aplicación de medidas "que se sabe que no funcionan", en tanto que el Gobierno popular había apostado por fórmulas de éxito. Rajoy indicó que había sido diputado por la provincia hasta 2000 y mostró su convicción en que el domingo el PP volverá a ser la primera fuerza en la circunscripción, no sin antes volver con que la única alternativa de Gobierno son los populares. Mientras señaló que Sánchez -al que no nombró- fue elegido por 180 diputados e incapaz de aprobar los Presupuestos y derogar las leyes laborales del PP "y gracias a eso no estamos tan mal". Sobre Cataluña pasó apenas por encima, aunque dijo que "ahora todo el mundo conoce el artículo 155, porque la Constitución tiene instrumentos para defender la nación".
Por su parte, el presidente del PPdeG y de la Xunta fue muy rotundo en el voto útil, señalando que en las elecciones de abril hubo 90.000 votos en Galicia que se fueron a Vox y Ciudadanos, advirtiendo de que los que quieran que siga Sánchez pueden votar al PSOE, pero también a Cs y Vox y Podemos "y sus mareas, que son cada vez más". Pidió abiertamente el voto de los que apoyaron a Ciudadanos y el partido de Abascal. También tocó la economía y los datos de paro de ayer, frente a los 3 millones de empleos que creó Rajoy. Para el final dejó unas puyas al alcalde vigués -que no nombró- a causa del edificio del Auditorio, "donde puso una placa diciendo que lo había inaugurado él, cualquier día inaugura la Ría", zanjó.
