“Queremos que Lisboa sea un encuentro cristiano ibérico”

Monseñor Alves, durante su encuentro con los jóvenes ayer en Cluny.
photo_camera Monseñor Alves, durante su encuentro con los jóvenes ayer en Cluny.

Quedan 281 días para la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa 2023 y el responsable de su organización, el obispo auxiliar de Lisboa, Américo Alves Aguiar, mantuvo ayer un encuentro con los jóvenes cristianos de la diócesis de Tui-Vigo en el colegio Cluny. “Es un momento muy especial e invitamos a los jóvenes de España a que vengan, queremos que Lisboa sea un encuentro cristiano ibérico”, afirmó en declaraciones a Atlántico.

Señaló que una vez que el Papa Francisco se inscriba como el primer peregrino en las jornadas, el registro estará abierto de manera universal. “Es urgente tener conocimiento de la participación para las previsiones logísticas”. El llamamiento del país vecino no solo se busca a quien quiera experimentar la jornada, sino también a colaborar activamente. “Necesitamos entre 20.000 y 30.000 voluntarios, entre ellos españoles”.

Las jornadas de juventud cristiana que se celebrarán en Lisboa, según Alves, se inscriben bajo la filosofía marcada por el Papa. “La juventud tiene que tener coraje para soñar, ser luchadores y también poetas; los jóvenes no son la Iglesia del futuro, son el hoy, son la confianza de la humanidad, porque mantienen la capacidad de soñar pese a la pandemia, a la guerra, a la crisis energética y la ecológica, tienen la capacidad de cambiar el mundo”.

La experiencia de la Peregrinación Europea de Jóvenes este año en Santiago de Compostela supuso el primer encuentro presencial de jóvenes tras el covid por lo que marcó un camino. “Demostró que los jóvenes están preparados para testimoniar, en medio de un continente digital, quieren un encuentro personal con organización de actividades”.

Alves insiste que los jóvenes cristianos son el hoy y “el futuro está en sus manos y en su corazón, tenemos que entender y estar abiertas a sus inquietudes, por lo que en este encuentro cambiaremos la programación de la jornada para que le de voz a los jóvenes para que reflexionen sobre la ecología, la economía, la guerra, la salud y lo que les preocupe; queremos que nos digan qué piensan”.  Alves destaca a la juventud como “el patrimonio y la riqueza de la sociedad, dependemos de su corazón”. 

Esta es la primera jornada de la juventud donde sus participantes son nativos digitales, nacidos después de 1990.  “No es ni mejor, ni peor, es un desafío, yo nací en el 73, puedo ser un emigrante digital”, apunta Alves.

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