El Puerto de Vigo ganará 15.000 metros y construirá un muelle para no colapsar

Actividad ayer en la terminal de contenedores, en su momento más alto de su historia.
photo_camera Actividad ayer en la terminal de contenedores, en su momento más alto de su historia.
Aprobó el Plan de Empresa que prevé crecer durante cinco años y las obras para evitar la saturación. Ampliará el espacio entre Areal y Guixar con el traslado de instalaciones sin afectar a la Ría y construirá en dos años el nuevo muelle en Bouzas

El consejo de administración de la Autoridad Portuaria (APV) aprobó el Plan de Empresa para el año 2023, que incluye como previsión mantener la tendencia alcista del tráfico portuario registrada en los últimos años y alcanzar un crecimiento medio de, aproximadamente, el 5%, para lo que se plantean una serie de inversiones para adecuar las infraestructuras portuarias a la demanda actual y futura. En concreto, según el documento ya avalado, la APV contempla finalizar en positivo en el actual ejercicio, y hacerlo también en 2023 (un 5 por ciento de incremento), en 2024 (un 6,4%) y en 2025 y 2026, aquí de forma más moderada, en torno al cuatro por ciento. En todo caso, supondrá incrementar de forma muy importante las mercancías que pasarán por la terminal, en especial vehículos, una vez concluya la crisis de componentes, y sobre todo contenedores, que ya está en su nivel más alto histórico. 

En concreto, el Puerto ha certificado que entre enero y mayo de 2022 se ha registrado el número más alto tanto de contenedores (TEU) como de mercancía en depósitos. De mantenerse este ritmo, el colapso está garantizado a corto plazo y con ello problemas para la actividad. Para evitarlo, según reconoció el presidente de la APV, Jesús Vázquez Almuiña, el Puerto contempla ganar unas 15.000 metros “sin rellenos” entre Areal y Guixar con el traslado de instalaciones -las ya conocidas, el derribo de siete silos y el traslado del PIF y también la sede de Termavi- y al mismo tiempo poner en marcha la ampliación de los muelles de Bouzas para disponer de capacidad para los grandes buques oceánicos. La operación de traslado se iniciará este año y debería terminar en 2023 y según Almuiña permitirá disponer de espacio para unos "cinco o seis años, siempre que se confirmen las expectativas, porque en 2007 estábamos en cifras similares y luego llegó la crisis de 2008”, señaló. En cuanto  al nuevo amarre en Bouzas -18.000 metros cuadrados- para que puedan atracar los mayores barcos portacoches del mundo, la previsión pasa por poder iniciar los trabajos en un plazo de dos años. Luego, harán falta al menos otros dos para completar la operación, siempre que no haya obstáculos.  

Tras el consejo, Almuiña hizo balance de los datos de mayo, muy positivos: el movimiento de mercancía general contenorizada sumó 120.425 toneladas (+11,92%) y 13.180 TEU (+16,27%). “El tráfico anual de mercancía contenorizada bate todos los récords, tanto en toneladas de mercancía como en los TEU movidos”, insistió. El tráfico de contenedores cierra el acumulado con un incremento del +16,27%. China, pese a bajar algo,  y Brasil, que crece con la fruta, se sitúan como los principales socios comerciales. El tráfico acumulado total se aproxima a los dos millones de toneladas, donde las mercancías suben un +0,82%, el tercer mejor registro de la historia del Puerto, mientras que la pesca fresca desciende un ligero -0,32 en volumen aunque el valor en subasta crece hasta un +8,3%: Vigo sigue manteniendo su hegemonía mientras el resto de puertos acusan caídas pronunciadas. Entre las principales mercancías del acumulado a mayo destacan metales -el aluminio en bruto sube un +87,66%- y la fruta (+23,01%), acompañados de las conservas (+16,48%) y el granito en bruto.  En el tráfico de Ría, se retoma gran parte de la normalidad, con cifras muy similares a períodos prepandémicos (87.442 pasajeros en mayo frente a 67.140 de 2021, un incremento del +30,24%).  En el acumulado son 410.895 pasajeros, el +51,76% sobre 2021.

 

Vía libre definitiva para ampliar CLPV en Beiramar

El consejo de la APV también adjudicó definitivamente a la compañía Centro Loxístico Porto de Vigo (CLPV) la concesión de la nave industrial en ruinas de Frigoríficos Berbés. Tiene aproximadamente 3.330 metros cuadrados, entre Beiramar y Jacinto Benavente, y su destino es industria frigorífica y actividades complementarias. Es la última instalación situada en territorio portuario que se encontraba sin uso y tras dos adjudicaciones frustradas al fin podrá recuperarse la nave. CLPV, participada por Comercial Pernas y la empresa de Touza, ya tiene un congelador en Beiramar, y así amplía capacidad.

 

El consejo portuario avala la constitución de Astilleros Ría de Vigo en Barreras

El consejo de la Autoridad Portuaria dio luz verde al texto de la declaración institucional entre la APV, Puertos del Estado, la Xunta y la Secretaría General de Pesca para el impulso de la Red de Puertos Azules de la FAO, el organismo de agricultura y pesca de la ONU. Este acuerdo, que se firmará próximamente, supone impulsar la cooperación conjunta con la Iniciativa de Puertos Azules liderada por la FAO, reforzando el posicionamiento del sector pesquero y portuario español a nivel internacional. Para Vázquez Almuiña, esta declaración “reconoce el papel del Puerto de Vigo como centro de los puertos azules a nivel internacional”.

Asimismo, el consejo autorizó el cambio de titularidad de las dos concesiones otorgadas a la extinta Hijos de J. Barreras en la zona de Beiramar a favor de la recién constituida empresa Astilleros Ría de Vigo SA, conformada por la compañía Armón, la que se hizo con los derechos del astillero. Una cuestión que el máximo responsable portuario calificó de “fundamental” para garantizar el repunte de la actividad naval en la Ría de Vigo y, por consiguiente, los puestos de trabajo vinculados a este sector. También, a preguntas de los medios, señaló que el Puerto examina el cumplimiento de las condiciones del astillero San Enrique, heredero de Vulcano, “que exigen una fuerte inversión”. Además, confirmó que el Puerto mantiene su intención de hacerse con los terrenos privados que conformaban la unidad productiva de Vulcano, de la misma titularidad que la empresa  de la factoría San Enrique, y que irán al procedimiento de expropiación, al descartar la propiedad negociar una venta. Son unos 30.000 metros que pasarán a manos del Puerto.

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