Monseñor Alberto Cuevas, párroco de La Soledad

"Promocionar la Navidad fomenta la cultura y el conocimiento de lo que se celebra estas fechas"

Monseñor Alberto Cuevas en el set de Atlántico.
photo_camera Monseñor Alberto Cuevas en el set de Atlántico.

Monseñor Alberto Cuevas es el párroco de La Soledad, en O Castro, y delegado de la Diócesis de Medios de Comunicación. El pasado domingo fue el encargado de realizar la bendición de los ‘niños jesuses', una de las tradiciones de la Navidad en la Iglesia en una ciudad que cada vez celebra más estas fiestas, algo que Cuevas ve como una oportunidad para reconectar con el verdadero significado de estas fechas para la tradición cristiana.

 

 

¿Cree que el furor por la Navidad de Vigo se traslada también a la cara más tradicional y cristiana de estas fiestas?

Depende. Si hablamos de las luces se trata de una faceta turística de promoción de la ciudad que está muy bien y máxime en estos tiempos en que hay que potenciar la economía. Sin embargo, eso no es lo más importante, pero seguramente como estamos en una cultura judeocristiana hay cantidad de cosas que no son más que arrastrar lo que siempre hicimos. Si uno va a las grandes ciudades europeas se encuentra siempre con los grandes mercadillos de Navidad.

Desde hace unos años en Vigo se ha tenido la feliz idea de poner también los nacimientos y promocionar el Belén porque en realidad así volvemos a las raíces de lo que estamos conmemorando, no vaya a ser que celebremos todos los años el cumpleaños y no sepamos de quién es. Aunque no sea por turismo si no por cultura y los creyentes por religiosidad nos parece muy bien que se promocione la Navidad en los múltiples aspectos que tiene.

¿Estas medidas pueden atraer más fieles?

Por lo menos fomenta la cultura y el conocimiento de lo que se celebra estas fechas. Muchas veces la gente conmemora las fiestas y ha perdido el sentido de lo que se está celebrando. Mucha gente por falta de cultura religiosa puede ir a una procesión de Semana Santa y no sabe qué se está representando, algunos niños preguntan en las aceras “¿por qué le pegan?” o van a un museo y se encuentran con la reproducción de un cuadro y desconocen aquello porque no tienen ni idea de lo que es la pasión de Jesucristo y no han leído el Evangelio. Promocionar la Navidad es también promocionar la cultura.

¿Cómo recomienda celebrar la Navidad a los cristianos?

Las celebraciones fundamentales de la Iglesia ocurren dentro del templo y no fuera. Los periodistas a veces tenemos el defecto de evaluar determinadas situaciones por la gente que acude, entonces si va poca gente a una procesión y pensamos que no hay fe y a lo mejor no fuimos dentro de la iglesia. Es en el templo y en la familia donde fundamentalmente se celebra la Navidad. Luego tiene otras manifestaciones exteriores, al fin y al cabo no somos solo alma, somos también cuerpo, y el cuerpo necesita para celebrar algo echarse un baile, tomarse un vino o estar con los amigos y echarse unas risas. Todo esto forma parte de la Navidad, pero quedarse solo con lo externo nos haría empobrecer el sentido de la Navidad. Enriquecerla con actuaciones que abran el conocimiento de lo que se celebra es estupendo.

¿Afecta la pandemia a estas celebraciones?

Dentro de poco sabremos las disposiciones sanitarias para la Navidad de este año, pero a lo mejor el no poder abrazarnos y no estar juntos nos está llevando a apreciar más la familia y lo que celebrábamos juntos, por nostalgia, como nos ocurre con las personas que queremos cuando las perdemos. A lo mejor esta pandemia, como decía el Papa hace unos días, nos hace volver a la esencia de la Navidad. Le quitamos los “perifollos” de los turrones de la fiesta y los villancicos, que me encantan, pero si no los podemos tener nos hará valorar más lo esencial.

¿Han buscado nuevas formas de conectar con los fieles en estos momentos complicados?

Hemos descubierto cantidad de cosas que usábamos en menor medida como los medios audiovisuales o el WhatsApp. Cuando estuvimos confinados siguió habiendo catequesis en muchísimas parroquias. No podía ser presencial, pero potenciamos cantidad de medios de comunicación. El Evangelio y los Hechos de los Apóstoles dicen que Jesucristo les dijo “id y predicad desde las azoteas”, entonces cuando se aglomeraba la gente te tenías que subir a un sitio más elevado para hablarles desde las terrazas. Hoy en día las azoteas son los medios de comunicación, los periódicos, el papel donde están las verdades contrastadas y las opiniones.

Hace poco celebramos la bendición de los “niños jesuses”, para fomentar que los niños y las familias hagan el Belén en casa. Es algo que no convierte a uno en mejor cristiano, pero sí da ocasión a los padres y abuelos de explicar quien es ese bebé, a qué vino y por qué va a acabar en la cruz. Estas cosas dan ocasión de hacer catequesis familiar.

¿El objetivo es trasladar el mensaje de siempre de formas novedosas?

Sí, nosotros buscamos trasladar el mensaje de siempre a la gente de hoy con los medios actuales y siempre a partir de la familia que es el núcleo fundamental de la vida social y por lo tanto de la vida de la Iglesia.

¿Es más de Papá Noel o de los Reyes Magos?

Papá Noel no deja de ser un invento de Coca Cola. En el origen de Santa Claus es el de San Nicolás, el santo que cuidaba a los niños y se preocupó de los pequeños, entonces en los países del norte se celebra el principio de la Navidad así, luego pasó el tiempo y Coca Cola vistió a San Nicolás de rojo y lo llamamos Papá Noel. Los portugueses son más listos que nosotros y el que trae los regalos en Navidad es el Niño Jesús. Nosotros hemos cogido el simbolismo de los Reyes que llevan esos regalos al Niño Jesús, entonces hemos fichado por ellos. Creo que cada familia tiene que ver lo que es más conveniente y pedagógico para los niños, una cosa pequeña en Navidad, la traiga Papá Noel o la abuela, y luego en Reyes no perder esa costumbre por ser nuestra. A mí me traen cosas en Reyes.

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