La Universidad de Vigo siguió adelante con las clases presenciales para los estudiantes sénior, en el que llenaron todas las plazas disponibles, con 170 en el campus vigués
El responsable del Programa Universitario de Mayores (PUM) de la UVigo, José Luis González Cespón, afirma que “somos de los pocos que apostamos por que este curso fuese presencial”. Respetando las medidas higiénico-sanitarias vigentes en cada momento, los alumnos sénior de la universidad viguesa pudieron disfrutar de este curso con sus compañeros en las facultades de Química y Derecho —los centros que acogen la docencia de este programa— casi con normalidad. “Y ellos”, explica, “agradecieron que así fuese”.
Tanto es así que, entre los tres campus, el PUM contó este año con la presencia de unos 300 estudiantes—170 de ellos en el campus vigués—, con todas las plazas ofertadas, que fueron el 60% de las de un año normal, completas.
Fundamentalmente, los alumnos que acuden a este programa sólo piden aprender. “Y en función de lo que vamos captando, metemos asignaturas nuevas”, señala González Cespón, que indica que lo que más triunfa en estos momentos en el PUM son las humanidades, aunque están buscando ampliar la oferta en el lado de las ciencias.
Las clases que se dan en este programa son diferentes, pues se parte de la idea de que las personas que acuden allí no tienen nivel inicial de estudios, ya que no está requerido para anotarse. “Son de carácter más divulgativo y bastante realistas”. Otros años también se organizan salidas de campo, que consisten en actividades culturales, también de perfil divulgativo, pero en este curso no han podido organizar demasiadas debido a la pandemia.
De cara al futuro, González Cespón espera que la demanda del PUM vaya aumentando, “sobre todo debido a la pirámide poblacional”, y esperan poder trasladar sus actividades al campus de Torrecedeira el curso que viene.
