Vigo

Povisa revalida su sello de calidad, único en Galicia

El hospital concertado se sometió a un exhaustivo proceso de auditoría.
photo_camera El hospital concertado se sometió a un exhaustivo proceso de auditoría.

El hospital logró la acreditación de la Joint Comission por tercera vez y se sitúa en la élite mundial de la calidad y la seguridad

Tras un largo y exhaustivo proceso de auditoría por parte de un equipo internacional, que  incluyó tanto la revisión de los procesos como entrevistas directas a pacientes, la sede central de Joint Commission Internacional en Estados Unidos comunicó a Povisa que ha logrado acreditarse por tercera vez en la que está unánimemente considerada como la certificación de calidad y seguridad hospitalarias más prestigiosa del mundo. 
Povisa consolida así su posición en el selecto grupo de 13 hospitales españoles que han logrado obtener este sello, un hito que considera muy importante en su historia, pues no sólo es extremadamente difícil obtenerlo (muchos hospitales llevan años intentándolo, sin conseguirlo), sino renovarlo. Es una acreditación válida por tres años y cada vez hace más exhaustivas sus exigencias y añade otras en línea con los últimos hallazgos en calidad y seguridad asistencial. 
Un equipo liderado por el checo Frantisek Vlcek recorrió el hospital y evaluó durante las últimas semanas hasta 1.300 elementos de medida, divididos en dos grandes secciones: pacientes y organización. Una de las primeras novedades fue que el equipo auditor se reunió directamente con un grupo de 12 pacientes que han sido atendidos o intervenidos en Povisa durante el último año, a los que les preguntaron sobre el trato recibido y otros muchos aspectos relativos a su paso por el hospital. Además del grupo de 12 pacientes, un equipo de 3 auditores se entrevistó de forma aleatoria, cinco días a la semana, con otros muchos pacientes, revisando la historia clínica de cada uno de ellos, la atención recibida en el hospital, sus consentimientos, tiempos de prueba, tiempos de espera y otros muchos parámetros.
Además del trato y los procesos de los pacientes, analizar el control de las infecciones, el uso adecuado de los antibióticos, la seguridad en la administración de los medicamentos para que los tomen de forma correcta y no haya interacciones, los programas de preparación prequirúrgica de los pacientes y su seguimiento postquirúrgico, además de valorar los programas de educación al paciente, en especial los de colon y cadera.

“El protagonismo es de los casi 1.500 trabajadores del hospital”

María Antonia Muñoz.

¿Que siente como directora de Calidad al pasar el examen?
Es como si hubiera hecho una carrera de fondo. Fue mucho esfuerzo de evaluar realmente cuáles van a ser los próximos retos y proyectos, estamos siempre pensando en que la Joint Comission nos va a venir con nuevos estándares y nuevas exigencias. A veces es más fácil conseguir una meta que mantener un resultado.Si lo comparo con 2013, reacreditarnos fue un esfuerzo muy grande porque se supone que estás compitiendo con los mejores, estás en otra liga.

¿A quién atribuye el esfuerzo?
Como directora de Calidad estoy obligada a evaluar cada mes como están las cosas y publicarlo en un cuadro de mando de calidad y de seguridad del paciente, pero realmente los que hacen las cosas al final son los que están dentro del quirófano, a pie de cama con el enfermo o en el TAC haciendo un diagnóstico. Mi labor es de estímulo y de aportar una metodología consistente para marcar que hay que mejorar y por donde ir, pero el protagonismo es de los casi 1.500 profesionales que tiene Povisa. Es lo que me hace sentir más orgullosa, se afianza la marca Povisa como marca de grandes profesionales.

¿Porqué se metieron en este lío?
En 2009 consejero delegado del hospital me encomendó realizar programas de calidad y seguridad del paciente. Otros modelos no están dirigidos ni a la evaluación de la calidad asistencial sanitaria ni evalúan resultados de salud. Decidimos que el que nos interesaba era el Joint Comission International.

¿Cambió la cultura del hospital?
Profesionales y pacientes perciben que hay una preocupación por la seguridad. En el momento en que ingresa un paciente se le insta a que no padezca dolor o si tiene que prepararse le hacen una serie de protocolos, para ver si es diabético por ejemplo, más allá de las exigencias de las consultas previas a la intervención para prevenir. Se ha traducido en mejores resultados. Estamos entre los mejores de todo el Estado en control de infecciones,  tenemos un sistema de alertas contra las interacciones medicamentos. Hay mil ejemplos. Aquí se percibe que estás en manos seguras.

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