De Porta do Sol hasta la falda del Castro sin caminar: tres nuevas rampas

Uno de los tramos más esperados del proyecto Vigo Vertical está cada vez más cerca de ser una realidad. Se trata de las rampas mecánicas del Paseo de Granada, que servirán para salvar a través de estas infraestructuras el elevado desnivel que existe entre Porta do Sol y O Castro, dos de los lugares con mayor afluencia turística de la ciudad. De hecho, especialmente en los días de crucero, el trayecto entre el kilómetro 0 de la ciudad y el monte que alberga la antigua fortaleza y los restos castrenses es uno de los más transitados por los visitantes. Se trata de un proyecto cuyo presupuesto supera los 3,3 millones de euros y cuyas obras, que durarán 15 meses, se ejecutarán en 2025.

De este modo, el Concello instalará tres rampas mecánicas con una pendiente del 8,75% y un i-walk (una rampa con foso reducido, similar a las que se instalan en los aeropuertos) con un 10,5% de pendiente para salvar los 16 metros de desnivel que hay entre las partes alta y baja de la calle. Dos de las rampas tienen 35 metros de longitud y la tercera, 38; mientras que el i-walk medirá 12 metros. Se optó por esta infraestructura debido a la existencia del paso inferior bajo el paseo de Granada en la parte alta de la actuación, que impide que se instalen rampas con foso.

A mayores, el proyecto diseña una ampliación de la zona peatonal como continuación de la calle Abeleira Menéndez que supone una puesta en valor del entorno de la muralla del Castillo de San Sebastián y el Banco das Contas, eliminando el aparcamiento en superficie y el tránsito de vehículos que limitaban el disfrute de la zona. Asimismo, se prolongará el carril bici existente en la actualidad, permitiendo así la conexión del Casco Vello con la zona de Camelias y Venezuela, favoreciendo la movilidad sostenible, uno de los ejes del proyecto Vigo Vertical.

Las tres rampas y el i-walk que se instalarán a lo largo del Paseo de Granada están preparadas para un tránsito aproximado de 6.000 personas por hora y para su instalación a la intemperie. Además, están equipadas con iluminación LED bajo los pasamanos, tecnología de ahorro energético del tipo ‘stop-slow-fast’ (esto es, que se paran o aminoran la marcha cuando no están siendo usadas) y sistema de detección de personas, sistemas de lubricación automática, sistemas de rearme automático y todo tipo de mecanismos de seguridad. También se instalarán hasta ocho cámaras de vigilancia en el entorno de las rampas.

Los trabajos en la zona tratarán de mejorar la movilidad peatonal aumentando la anchura de las aceras, que en alguno de los casos duplicarán su tamaño, y prolongando el carril bici existente hasta la calle Abeleira Menéndez. Se mejorará la iluminación a lo largo de todo el Paseo de Granada pasando de 12 a 21 báculos LED con los que se reducirá la potencia demandada, lo que supondrá una disminución de los consumos eléctricos. Además, todos los pasos de peatones incluidos en el proyecto estarán dotados con los pavimentos sensoriales que exige la normativa actual.