Los números están ahí y resultan tan sorprendentes por su contundencia como inatacables en sus conclusiones: en lo que va de siglo, ya con dos décadas cumplidas e iniciada la tercera, las cosas le van mejor a Pontevedra que a Vigo en algunos aspectos claves y cuantificables, como la población o su campus universitario. En cambio, Vigo sigue muy por delante y abriendo brecha en cuanto al PIB, no solo en términos absolutos sino también relativos, mientras las cifras se van acercando en la renta disponible por los ciudadanos de ambos municipios. Es decir, que en lo económico se podría decir que van mejor las cosas por el sur que por el norte de la provincia, en tanto que en lo social sería al revés.
La población de Vigo, según los resultados oficiales que registra el INE, era en 2000 de 285.526 y pasó a 293.837 a 1 de enero de 2021, el último censo oficial, publicado esta pasada semana, donde anotó un retroceso de casi 3.000 vecinos sobre el año anterior. Es decir, en este tiempo ha aumentado en 8.200 personas, que no está mal, lo que equivale a un 3 por ciento de avance. En estos 20 años le han ido mejor las cosas a Pontevedra: pasó de 75.211 al inicio del siglo a los 83.114 actuales, una cifra similar en términos absolutos y un 11 por ciento de incremento, casi cuatro veces más que en Vigo. Además, se da la circunstancia de que Pontevedra no ha dejado de ganar población durante los últimos 20 años, aunque de forma lenta pero constante, con un único retroceso, muy leve, en sus padrones de residentes. Es la única ciudad gallega donde ocurre. Curiosamente, la diferencia entre Vigo y Pontevedra continúa ensanchándose, pero de forma proporcional la Boa Vila ha tenido más éxito que la mayor ciudad gallega en un campo donde hasta ahora la urbe viguesa no tenía rival en Galicia, tras el exitoso siglo XX.
EL CAMPUS
Otro medidor interesante de la evolución en ambas ciudades sería el número de alumnos de sus respectivos campus, ambos de la Universidad de Vigo. Aquí el resultado es todavía peor para los intereses locales: según las cifras oficiales de la UVigo, en el primer curso del siglo XXI, el 2000-01, había 19.758 alumnos cursando estudios en el campus central vigués. Veinte años después la caída ha sido espectacular, hasta 11.200 universitarios en el 2020-21, una bajada del 40 por ciento, aunque con tendencia a la estabilización. La natalidad juega a la contra, pero no ha sucedido igual en Pontevedra. En concreto, en el Campus del Lérez ha ocurrido justo al contrario: ha pasado de 3.474 universitarios al inicio de la centuria a los 4.137 en la actualidad, un 20 por ciento de incremento. Vigo cuenta con los servicios centrales, 15 escuelas y tres centros más adscritos entre As Lagoas y Torrecedeira, en tanto que Pontevedra dispone de cinco titulaciones concentradas en el Lérez y dos más adscritas, pero a día de hoy les saca mucho rendimiento.
En el campo económico, mejores cifras viguesas que pontevedresas
En el campo económico las cosas pintan mejor para los intereses vigueses. En este siglo, el PIB de la mayor ciudad gallega (la suma de la riqueza generada por sus empresas) ha ido subiendo hasta los 7.846 millones, ocupando la primera posición entre los más de 300 ayuntamientos gallegos. La segunda es para Coruña, con 7.457 millones. Entre los dos municipios suman el 24,6 por ciento de toda la riqueza, aunque si el ranking es por comarcas gana y de lejos Coruña sobre el área de Vigo.
Pontevedra ocupa la posición séptima, con 2.106 millones, lo que equivale al 3,4 por ciento de toda Galicia. Ha subido muy ligeramente. Santiago, Arteixo, Ourense y Lugo, por este orden, ocupan las posiciones del 3 al 6.
Si la distribución del PIB es por habitantes, también Vigo sale beneficiado sobre Pontevedra. En 2010, la capital provincial contaba con 24.781 euros por habitante, mientras que Vigo sumaba mil más, hasta 25.794. En la última estadística existente, publicada por el IGE, Vigo había subido hasta 27.416 euros por persona y año, frente a 25.920 de Pontevedra. Es decir, que la diferencia ha crecido en este período hasta 1.500 euros entre la riqueza generada por los vigueses y los pontevedreses.
Si el cálculo es por la renta disponible, en función de las declaraciones de la renta de los ciudadanos, la cosa está mucho más igualada. Los vigueses han ido aumentando su renta, aunque lentamente, y ahora tendrían 28.752 por persona y año, unos 800 más que los pontevedreses, que se quedan con 27.970. El primer puesto entre las ciudades gallegas es para los coruñeses, que llegan hasta 32.021.
