El policía vigués Iván Álvarez, apartado de su profesión debido a las graves lesiones que sufrió durante las protestas el 18 de octubre del año 2019 en Barcelona, ha solicitado ser considerado víctima de terrorismo. Así lo anunció ayer su abogado, José María Juste Fabra, tras una conexión en directo en el programa Espejo Público. Los altercados donde el policía sufrió la heridas de consideración estaban enmarcadas en las protestas impulsadas por la plataforma Tsunami Democratic ante la publicación de la sentencia a los líderes independentistas encarcelados, con acciones como el asalto al aeropuerto de Barcelona-El Prat o los enfrentamientos en la calle con las fuerzas policiales durante la jornada de reflexión de las elecciones generales de 2019.
“Cuando apareció la palabra terrorismo en el procedimiento, nos personamos en nombre de estos dos policías porque es de interés para ellos que sean reconocidos como víctimas de terrorismo”, apuntó el abogado, que mostró el descontento de los dos agentes lesionados (además de Iván Álvarez, el coruñés Ángel Hernández fue herido de consideración) ante la defensa, que considera “que están aprovechando la circunstancia”. Sin embargo, el juez García-Castellón dio la razón a los heridos y desestimó el citado recurso. Todo ello dentro del debate de la amnistía, donde el abogado consideró que la coincidencia en plazos con respecto al debate en el Constitucional es “algo totalmente circunstancial”, y lo que de verdad importa es que “han tenido que dejar la profesión a consecuencia de las heridas sufridas. Intentan rehacer sus vidas, pero detrás de todo esto hay un componente humano, y le han arruinado su vida”.
Los tiempos judiciales, de momento, se encuentran “en fase de investigación”, aunque Juste Fabra incidió en no existe ningún lugar a dudas de que la plataforma catalana se encontraba “organizada y pretendía alterar la paz Constitucional”, con varios indicios para “demostrar que Puigdemont estaba al mando. Aunque eso tendrá que dictaminarlo un juez y, de momento, estamos en fase de instrucción”.
Iván Álvarez recibió un fuerte golpe con un pesado objeto que rompió el casco policial, causándole una fractura craneal y varias vértebras rotas y desplazadas por el impacto. El equipo médico allí presente lo trasladó de inmediato a un hospital cercano, donde además presentaba un pulmón colapsado, siendo trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos. El balance final dejó casi 300 agentes heridos, dos de gravedad.
