La búsqueda de Isabel Lima, una portuguesa de 42 años, residente en Vila Praia de Áncora (Caminha), desaparecida en septiembre, ha llevado a la Policía lusa hasta Vigo, ciudad donde se ha tenido constancia de que fue vista por última vez y donde se investiga la identidad de una mujer hallada muerta en una maleta.
A la espera de obtener muestras biológicas o huellas del cadáver momificado, algunas de las características forenses coincidirían, con todas las cautelas, con las de Isabel, una mujer muy delgada y de 1,56 metros de estatura, con un pie muy pequeño y a la que se le pierde la pista hace unos cinco o seis meses en la ciudad. Agentes portugueses se trasladaron ayer para colaborar en la investigación con la Policía viguesa.
Isabel Lima fue identificada sin ningún género de duda a este periódico por varias personas en O Berbés y también por usuarios del comedor de la Esperanza.
“Era la chica que estuvo viviendo en una tienda de campaña con su pareja en los soportales”, explicaban desde una cafetería de esa zona del Casco Vello. Relataron que la mujer iba al bar a asearse por las mañanas. “Era muy educada”, aseguraron, a pesar de que la pareja discutía con frecuencia. De hecho, los vecinos del entorno se quejaron porque “gritaban, él le tiraba las maletas a ellas, se enfadaban y luego volvían juntos". Al final, acabaron por marcharse de allí.
El hombre, que se hacía llamar Beni, aseguraba que era exmilitar y tenía un hermano en Vigo. Ella hablaba en portugués. “Un día me pidió dos euros para comprarse un reloj en los chinos y poder ver la hora para ir al comedor social”, comentaba un vecino.
La mujer también contaba que tenía amigas en la ciudad y algunos días pasaba horas fuera y regresaba por la noche. Tras levantar la tienda de campaña por la presión vecinal y la presencia de la Policía Local, la pareja se marchó de allí, pero regresó durante algunos días a la cafetería a “darnos las gracias” y después, no volvió. Sobre las fechas en las que ambos residieron en O Berbés, una fotografía de la tienda realizada en octubre marcaría la línea temporal, desde mediados de septiembre hasta el 7 u 8 de octubre, aproximadamente.
En el comedor de la Esperanza, varios usuarios reconocieron a Isabel como la mujer que acudía allí a comer. “Al principio venía con un chico, luego ya ella sola”, aseguraba una mujer a este periódico. Otras dos personas más coincidían al ver la fotografía en los periódicos de que solía ir a comer, pero “hace tiempo que no la vemos, por lo menos desde octubre”. Aunque no podían concretar las fechas, sí estaban seguros de que “fue antes de la Navidad cuando dejó de venir”.
Al parecer, el acompañante de esta mujer estaría en la prisión de A Lama, por otros motivos, según testimonios aportados a la familia de la desaparecida, que aseguró en distintos medios lusos que Isabel se fue sin teléfono y que dejó de medicarse de su trastorno bipolar. Sus noticias eran que iba con con alguien a hacer el Camino de Santiago, sin embargo, “ellos no eran peregrinos”, comentaban en la zona de O Berbés.
