La porriñesa Ingamark dispara su actividad un 40% por la venta de bandejas y bobinas
Mientras numerosos sectores ven cómo su actividad continúa paralizada a razón de la ampliación del estado de alarma, en Ingamark no tienen un momento para el respiro. Esta empresa de venta y transformación de embalajes plásticos para alimentación radicada en O Porriño vio como tras el “saqueo” de los primeros días del confinamiento, la actividad llegó a aumentar hasta un 40%. “Es como la cara y la cruz, mientras nosotros trabajamos a destajo, otros desgraciadamente están parados como la hostelería”, afirma José Manuel Caballero propietario de la empresa, quien también defiende que el plástico es “el mejor aliado ante el coronavirus”. Muestra de ellos es su colaboración en el proyecto Escudo Covid-19 junto a otras empresas en la búsqueda de materiales para elaborar herramientas que protejan el contagio del virus. “Este lunes haremos entrega de una bobina de plástico para realizar las pantallas protectoras. Es el mismo material que utilizamos para las bandejas que se usan en los supermercados para la carne envasada, por ejemplo”, indica Caballero.
Este material, fabricado por la firma Klöckner Pentaplast, es el que suministra la empresa porriñesa a sus compañeros en este proyecto, un material plástico que José Manuel reivindica a pesar de las críticas que suscita. “Hay cierta demonización del plástico y ahora mismo los utensilios que se necesitan, como mascarillas, guantes y pantallas protectoras necesitan de ese plástico. Es el invento del siglo y el problema está en quien no lo recicla. El plástico es bueno si se usa con cabeza”, sugiere.
Fiel defensor de las “tres R” –reducir, reutilizar y reciclar–, José Manuel Caballero reconoce que no se esperaban el impulso a su actividad de las últimas semanas, con un nivel de demandas por encima de lo habitual por parte de las empresas a las que suministran envases: “La gente cuando fue de golpe al supermercado antes de empezar el estado de alarma arrasó con esas bandejas de comida envasada. Por higiene y por la rapidez que supone para coger los productos en el supermercado fue la opción favorita para los compradores. Días después fue cuando nos vimos hasta arriba de trabajo y tuvimos que reforzar las tareas de la plantilla. Ahora está la situación más calmada, pero no dejamos de trabajar”, reconoce muy agradecido este empresario.
Este material, fabricado por la firma Klöckner Pentaplast, es el que suministra la empresa porriñesa a sus compañeros en este proyecto, un material plástico que José Manuel reivindica a pesar de las críticas que suscita. “Hay cierta demonización del plástico y ahora mismo los utensilios que se necesitan, como mascarillas, guantes y pantallas protectoras necesitan de ese plástico. Es el invento del siglo y el problema está en quien no lo recicla. El plástico es bueno si se usa con cabeza”, sugiere.
Fiel defensor de las “tres R” –reducir, reutilizar y reciclar–, José Manuel Caballero reconoce que no se esperaban el impulso a su actividad de las últimas semanas, con un nivel de demandas por encima de lo habitual por parte de las empresas a las que suministran envases: “La gente cuando fue de golpe al supermercado antes de empezar el estado de alarma arrasó con esas bandejas de comida envasada. Por higiene y por la rapidez que supone para coger los productos en el supermercado fue la opción favorita para los compradores. Días después fue cuando nos vimos hasta arriba de trabajo y tuvimos que reforzar las tareas de la plantilla. Ahora está la situación más calmada, pero no dejamos de trabajar”, reconoce muy agradecido este empresario.
