Pintar con una copa de vino, un plan de ocio recién importado

El abanico de actividades de ocio no deja de aumentar. Este fin de semana la casa-taller de la artista Antía Sánchez, “A la selva”, en Navia Vella, acogió una nueva propuesta para sociabilizar y vivir la experiencia, pintar al mismo tiempo que se toma una copa de vino. Es una idea que triunfa en distintas ciudades y similar a los grupos Drink & Draw que se reúnen en cafés de la ciudad para dibujar. En este caso se trata de dedicar más de tres horas a crear con un pincel, guiados por la maestra. “La idea surgió porque en la clausura de los cursos de pintura siempre llevo una botella de vino para despedirnos y los alumnos están más distendidos”, afirma Sánchez, que busca incentivar ese punto lúdico de la pintura.

Un paisaje de las Cíes de Lugrís fue el cuadro elegido para estrenar la actividad. “Quería algo impersonal y al mismo tiempo un artista gallego del que poder hablar durante la sesión; en este caso, Cíes tiene un vínculo con la ciudad, para mí es muy especial porque en mi infancia pasaba allí los veranos; y en cuanto a la técnica, es asequible para un principiante”.

Seis personas, la mayoría desconocida entre sí, compartieron sala y actividad durante más de tres horas: Pintar y degustar vino. “Prácticamente, fue la primera vez que cogían un pincel, pero el resultado fue muy positivo”. Comenzaron con acrílico, “para este tipo de actividades tiene que ser pintura de secado rápido como la acuarela”. Principio, “A la selva” acogerá un “Paint & Wine” al mes, experiencia que también se puede regalar.