La tripulación del pesquero vigués Monte Galiñeiro está sana y salva y partirá hoy mismo hacia España. El capitán del barco, aún nervioso por lo ocurrido, explicó ayer ya en tierra (en la isla de Terranova) que oyeron dos fuertes explosiones en la sala de máquinas y que el buque se hundió en tan sólo 18 minutos. A bordo iban 22 tripulantes 01413 gallegos, una bióloga madrileña, un marroquí, un rumano y seis africanos014 y sólo uno fue hospitalizado por inhalación de humo.
Minutos antes de comenzar a hundirse el pesquero vigués Monte Galiñeiro el pasado domingo en aguas canadienses sus tripulantes oyeron dos fuertes explosiones en la sala de máquinas. Así lo explicó ayer el capitán del barco, Iván Soage Blanco, durante una rueda de prensa celebrada en un hotel de San Juan de Terranova. Bajó primero el primer oficial de máquinas y yo detrás. Subimos para el puente, hicimos la alarma general para que la tripulación cogiese los chalecos y trajes de supervivencia y realizamos la llamada de socorro, explicó. Blanco apuntó que fue sorprendente la velocidad con la que se hundió el barco, en tan sólo 18 minutos.
El capitán del arrastrero esbozó una sonrisa cuando los periodistas le preguntaron sobre lo que pensó cuándo vio al servicio de guardacostas. Qué bueno, apuntó y recordó que la patrullera canadiense Leonard Cowley les rescató lo más rápido posible.
La tripulación del Monte Galiñeiro comenzará el regreso a España hoy mismo. Por la noche tomarán un avión con destino a Londres y a continuación otro hacia Vigo, adonde está previsto que lleguen el miércoles de madrugada, tal y y como confirmó a este diario el cónsul de España en Montreal, Carlos Díaz Válcarcel.
Válcarcel confirmó que sólo uno de los pescadores había tenido que ser evacuado en helicóptero tras inhalar humo, pero que ya había recibido el alta en el centro hospitalario de Halifax.
Los 22 tripulantes del Monte Galiñeiro llegaron ayer al puerto de San Juan de Terranova en la patrullera guardacostas canadien se Leonard Cowley. El capitán del guardacostas, Dererk LeRiche, apuntó que su barco se encontraba de patrulla rutinaria en aguas de NAFO (Organización Pesquera del Atlántico Norte) y que una de sus misiones era abordar al día siguiente el pesquero vigués para comprobar su licencia porque era nuevo en la zona. Se encontraba a cuatro millas del Monte Galiñeiro cuando recibió la llamada de socorro y muy próximo también se encontraba faenando el pesquero español Río Orxas.
En el caladero NAFO hay en estos momentos una veintena de buques pertenecientes a la flota gallega que se dedican a la captura del fletán negro. El Monte Galiñeiro partió del Puerto de Vigo el 30 de enero y estaba prevista su vuelta dentro de un mes. A bordo iban 22 tripulantes, 13 gallegos, 6 de Ghana, un marroquí, un rumano y una bióloga madrileña.
El Monte Galiñeiro sólo tenía cinco años. Se construyó en 2004 en el astillero vigués M.Cíes y entró en servicio en octubre de 2005. El pasado 30 de enero partió del Puerto de Vigo para ir a pescar fletán negro al caladero NAFO (entre Groenlandia y la costa Atlántica de Canadá). Su vuelta estaba prevista para dentro de un mes, pero el domingo se hundió a 400 kilómetros de la isla canadiense de Terranova.
A bordo iban 21 marineros (13 gallegos, seis de Ghana, un marroquí y un rumano) y una bióloga madrileña. Todos salieron ilesos, aunque uno de los pescadores gallegos tuvo que ser hospitalizado por inhalación de humo y fue dado de alta horas después. Los 13 tripulantes de Galicia eran de las localidades de Marín, Bueu, Cangas, Moaña, Grove, Gondomar, Ribeira y Muros.
La armadora Valiela S.A. posee además del Monte Galiñeiro otro barco que en estos momentos está amarrado en el Puerto de Vigo. Está previsto que parta el próximo mes hacia Noruega con 34 tripulantes para pescar bacalao.
Por otra parte, la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espionsa, agradeció ayer a las autoridades canadienses y al cónsul de España en Montreal que tramitaran la documentación lo más rápido posible para que los miembros de la tripulación puedan regresar hoy a España y llegar a Vigo el miércoles.
Están bien, pero en estado de shock, dice el cónsul en Canadá Todos están sanos, pero muy todavía muy nerviosos. Son palabras del cónsul de España en Montreal, Carlos Díaz Válcarcel, que explicó ayer a este diario que se reunió con los marineros del buque para arreglar todo el papeleo y conocer su estado de salud.
El cónsul también explicó que todos habían podido hablar con sus familias para que estuvieran tranquilos ya que habían dejado sus teléfonos móviles en el interior del buque que se hundió. Están bien, pero en estado de shock..
