Bajo la lluvia y el viento y unidos por un mismo lema, más de un centenar de peluqueros vigueses se manifestaron ayer enfrente del Marco para exigir al Gobierno que se les baje el IVA al 10%, es decir, el impuesto reducido para los negocios considerados esenciales. Se trata de una reivindicación que viene ya de lejos –el Ejecutivo de Rajoy se lo había subido en 2012 en medio de las políticas de austeridad económica junto a otros sectores como la cultura– y que se ha vuelto urgente a causa de la actual crisis derivada de la pandemia, que ha reducido significativamente sus ingresos.
"Mientras los políticos juegan a votar por intereses partidistas sin tener en cuenta el contenido, nuestro sector agoniza", reza el manifiesto leído en la concentración. La crisis se ha llevado por delante 18.000 establecimientos de peluquería y estética –el 36% de los 48.000 registrados a nivel nacional– y 50.000 puestos de trabajo, de acuerdo con estudios citados por los propios representantes del sector. "Somos esenciales, así nos catalogó el Gobierno durante la pandemia", explican los peluqueros, que no entienden por qué cotizan como si fueran un servicio de lujo.
Si bien esta reducción impositiva les permitiría aliviar sus balances económicos en el año más difícil que recuerdan, el IVA al 21% es una carga que ya les venía ocasionando problemas. Como explica Beatriz González, que tiene una peluquería en Sanjurjo Badía, "antes pedía 1.000 euros de producto y me llegaban 8 cajas, ahora me llegan 2". Y es que las peluquerías de señoras están sufriendo más que las barberías, principalmente "porque usan muchos más productos", como apunta Walter Azcueta, otro de los peluqueros que se manifestaron ayer. "Queremos el IVA al 10% ya. Es una exageración tremenda", sentencia.
"Estamos en un limbo, si nos cierran sería una catástrofe"
Cuando comenzó el confinamiento, uno de los primeros debates surgió en torno a las peluquerías y su categoría como "servicio esencial". Lucas Domínguez, responsable de la barbería Benelli's explica que, diez meses después "seguimos en un limbo. Si nos cierran sería una catástrofe. La gente tiene que cortarse el pelo, o cuidar las barbas, ya no sólo por estética, sino por higiene, que es vital en estos tiempos".
Celeste Buceta, peluquera de Teis.
"No es justo que nos subieran el IVA tan de repente"
Walter Azcueta, dueño de barbería.
"Con la pandemia se dieron cuenta de que éramos esenciales"
Beatriz González, peluquera.
"Ahora con el mismo dinero compro mucho menos producto"
Margot Molares, peluquera.
"No podemos subir los precios a las clientas"
La hostelería, la más afectada por el nivel máximo de alerta
Vigo entra hoy en el nivel máximo de restricciones establecidas por la Xunta. Entre las nuevas medidas para frenar el avance de la covid están las que impiden a los locales de hostelería servir en los interiores, pudiendo hacerlo sólo en las terrazas y con un aforo del 50%.
Esto provocará, de acuerdo con las asociaciones del sector, que el 95% de los establecimientos de la ciudad decidan no abrir la persiana mientras no se vuelva al nivel medio-alto, con servicio en el interior al 30% de aforo. Así lo indicaba el presidente de la Federación Provincial de Hostelería (Feprohos), César Sánchez-Ballesteros. "Es imposible no perder dinero sólo con una terraza, los locales no están diseñados para eso y tiene que venir acompañado de una medida de otro tipo", explicaba Ballesteros.
El sector se encuentra en un momento tenso reclamando ayudas de las distintas administraciones. Desde mediados de diciembre, las manifestaciones se suceden semana a semana en Vigo mientras Xunta, Concello y Diputación tratan de unificar esfuerzos para elaborar diferentes planes de rescate, que llegarán, como muy pronto, a principios de febrero.
