El acuerdo con Audasa de 2006 por el pago de Vigo al Morrazo supone a Xunta y Fomento un "agujero" creciente
La subvención de los peajes de Rande y Barcala (en A Coruña) en el período entre 2006 y 2014 (inclusive 2014) ya alcanzó los 45,6 millones por parte de la Xunta de Galicia. Y el Ministerio de Fomento aportó otro tanto. Se trata de un convenio único para los dos peajes y un auténtico agujero a través del “peaje en la sombra” de 91 millones en total. Aunque en apariencia no hay que pagar para cruzar la Ría, no es cierto, sólo que lo soportan las administraciones públicas. De momento son cerca de 50 millones los que las dos administraciones han tenido que aportar en Rande, con una ligera disminución de la tasa a partir de 2008 al ralentizarse el tráfico diario con la crisis. Pero ha vuelto a animarse: en julio pasado fueron 64.000 vehículos al día lo que pasaron por el puente, un 5 por ciento más que el mismo mes de 2014. De todos ellos, un tercio se desvían hacia O Morrazo y con la ampliación probablemente serán más, lo que repercutirá en un mayor gasto. El titular de la concesión de la Autopista del Atlántico desde 1973 es Audasa, que después de tres ampliaciones administrativas extiende hasta los 75 años la explotación. Hasta 2048 Xunta y Fomento tendrán que seguir pagando por cruzar el puente. La factura final se estima en 160 millones de euros. Suficiente para financiar un tercio de la autovía Vigo-Pontevedra, alternativa a la autopista, presupuestada en torno a los 450 millones.
El importe estimado de la compensación a Audasa de 2006, abonado en 2007, ascendió a 5,95 millones de euros, de los cuales 2,98 correspondieron a la Administración del Estado y los otros 2,98 millones restantes a la Xunta. Una cifra razonable pero ficticia: la aparente eliminación del pago incrementó el tráfico entre ambos lados de la Ría.
OTRA AUTOVÍA
En el propio acuerdo con Audasa ya se especifica que en los ejercicios sucesivos las cantidades del "peaje en la sombra" se verían aumentadas con el IPC y con el incremento vegetativo del tráfico. Así ha sido. En el Gobierno gallego, además, se temen que la construcción de la autovía del Morrazo incrementará el uso de Rande, lo que repercutirá en el canon. La paradoja es que para la Xunta el acuerdo con Audasa ha supuesto un pago extraordinario y creciente y la necesidad de convertir el vial del Morrazo en autovía, con otro gasto a mayores. Y para Fomento, aprobar la ampliación del viaducto. La tercera consecuencia ha sido el desplome del servicio marítimo, aunque este año se recupera en parte gracias a formar parte del transporte metropolitano. n
