Carente de todo el glamour de las celebrities, derrochó talento y prestancia propios de una artista consagrada

Patti Smith conquistó Castrelos

Patti Smith salió ayer al escenario de Castrelos en lo que fue el segundo concierto de la temporada de verano previsto en el auditorio al aire libre. Foto: Nuria Currás
La princesa del punk llenó Castrelos ayer por la noche. Con una puntualidad británica, la norteamericana Patti Smith no hizo esperar a sus incondicionales que llenaron el interior del auditorio de Castrelos, que vendió las 3.000 localidades, las gradas y las laderas aledañas.
Despeinada, con la melena alborotada que la caracterizan y con su indumentaria habitual (chaqueta negra, camiseta blanca y pantalones), sin una gota de maquillaje, Smith saltó al escenario como lo que es, una activista que tiene en la música y en sus letras sus principales armas. Con voz rasgada y potente, saludó con un ‘boas noites Galicia’. Acompañada por su banda (Lenny Kaye, Jay Dee Daugherty y Jack Shanahan), cogió el micrófono en un escenario sobrio, sin adornos, sólo flanqueado por dos pantallas gigantes que permitieron a los de más atrás seguir el concierto al detalle. Tal y como prometió la cantante neoyorquina, el repertorio se adaptó a las peticiones del público. Así comenzó con ‘Redondo Beach’, para continuar con ‘Space monkey’. Los temas nuevos se combinaron con los ya clásicos de la Smith como ‘Because the night’ o ‘Gloria’. El público ovacionó a la artista y acompañó sus temas. Bailes, cantos y palmas...no faltó nada de la receta un buen concierto. Una temperatura agradable que permitió el disfrute de la actuación en directo y del entorno privilegiado. Familias enteras, pandillas de adolescentes, pero sobre todo grupos de mediana edad acudieron a una cita multitudinaria en el parque vigués. La artista llegó ayer a Santiago, donde visitó la catedral, porque es una forofa de la arquitectura religiosa, y cenó en la capital de Galicia. Allí vio un gaitero, que le impresionó tanto que le dio 50 euros, porque dijo que no quiería olvidar sus inicios callejeros en París. En Vigo, ayer por la mañana visitó la Piedra para comer ostras. Su próximo concierto es en Madrid, en el escenario Puerta del Ángel, tras lo cual le quedarán aún dos citas más (en Donosti y en Sant Feliú) para completar su gira con tres actuaciones de costa a costa.

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