La asociación Vigo VMP prepara un crowdfunding para recolectar dinero y querellarse por la prohibición de su uso en trenes
La asociación Vigo VMP (Vehículo de Movilidad Personal) estudia formalizar una querella contra Renfe por la prohibición que se aplicará el próximo 12 de diciembre de portar patinetes eléctricos en los trenes. Así lo confirmó su secretario, Miguel Valverde, que prepara un crowdfunding para conseguir dinero y financiar el proceso. “Nos pusimos en contacto con Renfe para revertir la situación, pero no obtuvimos respuesta”, indicó Valverde, que calificó de “desmedida y desproporcionada” la medida adoptada.
La base para esta prohibición por parte de la empresa ferroviaria reside en los casos de explosión de baterías incrustadas en los vehículos dentro de tren, que provocó incidentes aunque “tan solo han sido dos en los siete años que se lleva usando esta forma de desplazarse, pero en cambio se puede acceder con baterías de móviles o portátiles que tienen más riesgo. No tiene justificación”. Esta decisión unilateral tomada por Renfe “cercena la libertad de movimiento”, centrándose en las posibles explosiones que se dan “por un mal mantenimiento del patinete, no por defecto de fábrica. Por tanto, el culpable es solo el usuario, no la herramienta para desplazarse”.
Una forma de movilidad que consideró “el futuro y el presente de la sociedad. Es un vehículo interurbano, que no contamina el medio ambiente y que es una ayuda económica al usuario, que evita gastos de gasolina. Y todo ello lo quieren limitar”. Sin embargo, no será el único problema a los que se tendrán que enfrentar a corto plazo los usuarios del VMP. La DGT anunció la necesidad de obtener una homologación o certificado para nuevos vehículos a partir del 22 de enero de 2024 y la obligatoriedad de conseguirlo para los que ya circulan por las calles antes de enero de 2027: “Esto no está acorde con la legislación de la Unión Europea y será un borrón y cuenta nueva para todos los patinetes monociclos”. Por tanto, y teniendo en cuenta que un certificado “puede oscilar entre los 3.000 y los 4.000 euros”, será más accesible al público “comprar uno nuevo que seguir utilizando el de toda la vida”.
Indignación en Vigo VMP por las últimas medidas tomadas para regular su uso, venidas de personal que “no tiene ningún conocimiento de estos vehículos de movilidad y, además, sin pensar lo más mínimo en el usuario. Van a destruir todo lo realizado".
