La nueva edición de la Lista Roja del Patrimonio, una iniciativa de la asociación cultural Hispania Nostra, reduce a tres los elementos en peligro en el ámbito de Vigo: la Panificadora, los jardines y fuente de Mondariz y la factoría de Massó. En Crecente aparece además el monasterio de Albeos, de San Pelayo, que se encuentra en muy mal estado de conservación. En cambio, el Monasterio de Oia, según señalan los propios autores de dicha clasificación, ha salido al encontrarse en proceso de recuperación, que se puede constatar con la mejora de la iglesia. Como es conocido la denominada Lista Roja es una iniciativa privada con el fin dar a conocer y proteger aquella parte del Patrimonio cultural y natural que se encuentra en abandono y en peligro. Los criterios de inclusión en la Lista se basan en la importancia histórica y arquitectónica del elemento patrimonial en cuestión, en el estado en que encuentra y en el riesgo que recaiga sobre él, considerando no solo sus valores objetivos sino, principalmente, los subjetivos que la sociedad le otorgue. La Lista Roja se elabora bajo supervisión de una comisión científica.
Sobre la Panificadora destaca que elementos de cubierta y la chimenea son los que más riesgo tienen de colapso. La estructura general de hormigón se conserva en buenas condiciones, pero los silos llevan apuntalados desde su incorporación al Plan Especial del Casco Vello. También existen graves problemas entre las sociedades propietarias y hay embargos judiciales. Esto provocará un retraso indefinido en la ejecución de las obras y, con base en el convenio firmado, también en la cesión de los silos. Señala que el Concello no puede consentir que la Panificadora esté en ruinas indefinidamente y anota a favor que hay un proyecto en marcha para la rehabilitación del ámbito convocado por el Ayuntamiento con Zona Franca para usos públicos e integrado en el entrono, pero una reciente sentencia complica todavía más el desarrollo. En concreto, el Tribunal de Galicia falló a favor de Promociones Montelouro, copropietaria de la Panificadora y que demandó el acuerdo de Urbanismo al pasar de una edificabilidad de 21.950 metros cuadrados a cero
De la antigua ballenera Massó en Cangas, explica que es uno de los ejemplos más notables de arquitectura industrial del siglo XX en Galicia. Interesante no solo por sus valores estéticos, sino también históricos con el desarrollo industrial de las Rías Baixas. La fábrica está incluida en el Plan Nacional de Patrimonio Industrial, pero se encuentra en un estado de total abandono.
Con respecto al Monasterio de Oia, de la empresa viguesa Vasco Gallega Consignaciones, las obras de consolidación mejoraron las cubiertas del claustro y los muros perimetrales y abrieron el edificio al público. Es Bien de Interés Cultural, pero sigue en ruina. Hay en marcha obras de restauración de la iglesia para corregir humedades y favorecer su mantenimiento y estética por 829.000 euros.
