La Panificadora cumple este mes seis años desde su inclusión, en 2018, en la denominada Lista Roja de Patrimonio en peligro, una iniciativa de la asociación Hispania Nova para tratar de salvar de la desaparición edificios significativos en toda España. En la misma categoría se encuentran otros tres del entorno de Vigo: el monasterio de San Pelayo en Albeos, Crecente (desde 2007); los jardines históricos de Mondariz-Balneario (también desde 2014) y la antigua factoría de Massó en Cangas (desde 2020). La asociación señala sobre la Panificadora que se trata de un edificio industrial incluido en el plan nacional que se encuentra en serio peligro de que se vengan abajo algunas partes de su estructura. De hecho, la chimenea se desplomó.
También advierte sobre que hay un plan municipal, en colaboración con Zona Franca, pero que lleva años sin ponerse en marcha entre otras causas por las divergencias con los propietarios, que incluso lograron imponerse en los tribunales apelando a las ventajas urbanísticas de un convenio firmado en 2003 con el propio consistorio. En dicho acuerdo se contempla el derribo de todas las edificaciones con excepción de los silos que, una vez rehabilitados por la propiedad, serán cedidos al Ayuntamiento. La propiedad se reserva el uso de la última planta de los silos para restaurante durante 50 años, pero no se especifíca un uso concreto para los silos. Y se construirían 200 viviendas en edificios de hasta 8 alturas. Todas estas condiciones fueron rechazadas por el actual gobierno local, pero el juez mantiene el derecho de los titulares de la Panificadora y el TSXG negó la posibilidad de modificar el Plan del Casco Vello, así que en definitiva dependerá del nuevo Plan General, todavía por aprobar definitivamente.
El primer intento de urbanizar el solar data de 1988. Preveía la construcción de 165 viviendas. Lista Roja señala que el debate se ha centrado en la conservación de los silos “debido a la presión de los defensores del (escaso) patrimonio industrial de la ciudad”. El Plan General de 2008 definió la Panificadora como “edificación que marca el perfil de Vigo” y por ello a conservar, aunque sin adjudicar fines. La delegación de Vigo del COAG solicitó a la Xunta ya en 1995 la inclusión del edificio en el Registro de Bienes de Interés Cultural. Actualmente, el solar está incluido en Plan Especial de Reforma del Casco Vello. Está identificado como una de las edificaciones que inicia el uso del hormigón armado en España.
El monasterio de Oia dejó el catálogo tras su mejora
La Lista Roja de Hispania Nostra es una herramienta de participación social creada con el fin de dar a conocer, sensibilizar y actuar sobre los elementos patrimoniales del territorio español en riesgo de desaparición y evitar que pase a la Lista Negra, de edificios desaparecidos, y se recupere y forme parte de la Lista Verde. En La Lista Roja estuvo durante un tiempo el Monasterio de Oia, propiedad de la compañía viguesa de logística portuaria Kaleido (la empresa Vasco Gallega), de la que salió tras realizar algunas obras de consolidación y apertura al público, a la espera de su transformación en residencia hostelera. Hispania Nostra, según destaca la propia organización, puso en marcha en 2007 la Lista Roja con el objetivo de ofrecer a la sociedad un cauce de participación en la defensa, conservación y mejora de su patrimonio cultural y natural y hacer visibles todos aquellos bienes en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores.
