VIGO

Panificadora: 40 años cerrada

Los silos de la Panificadora, entre la niebla.
photo_camera Los silos de la Panificadora, entre la niebla.
Los actuales propietarios, a la espera de que el Concello mueva ficha en la expropiación
 Corría 1981, hace ahora por tanto 40 años, cuando la Sociedad Panificadora echó el cierre abrumada por el peso de los números rojos y la sensación de sus socios de que su tiempo había pasado. Panificadora tenía numerosos propietarios, un 20 por ciento en pequeños accionistas, y todavía ahora se encuentra en varias manos a la espera de que el Concello inicie el trámite de expropiación de cara a su anunciada rehabilitación. No obstante, el principal titular continúa siendo la empresa Montelouro, propietaria de silos y fábrica, menos una parte de Falperra que es de la Sareb, el "banco malo". En cambio el frente de Rúa Santiago es de los accionistas de Panificadora.  "Estamos todos a la espera de que se abra el expediente de expropiación. Tiene un plazo de seis meses y ya no podemos vender, la ley obliga a que se haga la lista de propietarios afectados para que puedan oponerse, pero no se han dirigido a los titulares de la propiedad", señaló uno de los muchos dueños de la Panificadora.  El complejo industrial lleva 40 años cerrado, y en este tiempo hubo dos convenios firmados con el Concello para demoler en todo o en parte las edificaciones. Uno, con el alcalde Manuel Soto, que contemplaba un hotel y otros usos, y el segundo con Lois Catrillo, que preveía un centro comercial y viviendas, que  también se incumplió, porque Félix Piñón, el presidente de Montelouro, no lo desarrolló en plazo, y que contemplaba unas cesiones para el ayuntamiento, por ejemplo ampliar la calle Santiago. En todo caso, el debate ya no existe sobre los silos, protegidos como parte del "perfil de la ciudad", así que se conservarán.
La propuesta actual pasaba en primer lugar por la modificación puntual del Plan Especial del Casco Vello en el ámbito de la Panificadora, que hace unos días recibió el visto bueno de todos los partidos en el Concello, aunque con reservas sobre los futuros usos, aún por aclarar, por PP, Marea y BNG. La concejala de Urbanismo, María José Caride, defendió esta modificación para convertir la Panificadora en un "espacio que genera una plaza pública y una mejora sustancial de esta zona". Recordó que anteriormente se produjeron convenios entre el Concello y los propietarios  que "no respetaban el patrimonio industrial de la ciudad". Durante la sesión, la concejal reivindicó la importancia de que no se pierda la Panificadora como un espacio "verde, público y para todos".
Mientras tanto, Lista Roja de Patrimonio, una ONG muy combativa, mantiene desde 2018 la Panificadora entre los edificios históricos en peligro. Los elementos de cubierta y la chimenea son los que más riesgo tienen de colapso. Señala Lista Roja que la estructura general de hormigón se conserva en buenas condiciones pero los silos llevan mucho tiempo  apuntalados. También destacan graves problemas entre las sociedades propietarias de la Panificadora que provocará un retraso indefinido en la ejecución de las obras y en la cesión de los silos al Ayuntamiento. "El Ayuntamiento no puede consentir que la Panificadora esté en ruinas indefinidamente", sanciona la ONG. 

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