n n n Grato Amor, vicepresidente de Amigos de los Pazos, recuerda la campaña que plantearon ante la antigua Caja para que rehabilitara San Roque, lo que hizo con éxito. Y que la Xunta hizo lo propio con Rivera Atienza, cuando también estaba irrecuperable. Destaca que Vigo es un caso especial y muestra su esperanzas en que A Raposeira pueda tener un uso adecuado. Sobre este pazo, señala que hay referencias desde el siglo XVII, y a finales del XIX entraron los Montenegro, sus últimos propietarios. Lamenta que finalmente quedó “asfixiado” al perder los jardines de entrada con el acuerdo para la construcción del hipermercado. “Era una propiedad grande, ahora nada, quedan los dos portalones, el palomar no sé si sigue en pie, el hórreo se mantiene y su torre singular”, señala.
Más interés tiene la Pastora, que conoce muy bien por dentro. “En su día se planteó que fuera el archivo central de los pazos de Galicia, era una buena idea”, explica. Le fue propuesta al anterior propietario, Rui Ozores, e incluso hubo un pre acuerdo para que el ayuntamiento comprara la Pastora, pero no acabó bien. “La Pastora, hasta donde sabemos, es de tipología similar a muchos de los pazos que hay del Duero hacia arriba, como en Ponte de Lima", señala. Confirma que Pedro Madruga era propietario de una torre medieval en aquel Vigo que se fue transformando en una mansión. "En el siglo XVII apareció la segunda torre, en paralelo a la torre de Lavandeira -donde estaba Castrelos- que destruyeron los portugueses al invadir Vigo y se reconstruyó en el XVII como pazo, tomando como modelo la Pastora. La segunda torre también es posterior, de finales del siglo XIX". En su opinión tiene más calidad arquitectónica la Pastora, incluidas las torres, "sin menospreciar Castrelos, erigido a partir de 1670 cuando la Pastora tenía ya 40 años". ¿Por que proliferan en Vigo? "El pazo es agrícola, es su característica. En sus orígenes estaban en zonas rurales, y la expansión de Vigo los ha llevado a su núcleo urbano, ese fenómeno no pasa en ninguna otra ciudad gallega, y ahora tenemos 5 grandes, aunque había más". n
Más interés tiene la Pastora, que conoce muy bien por dentro. “En su día se planteó que fuera el archivo central de los pazos de Galicia, era una buena idea”, explica. Le fue propuesta al anterior propietario, Rui Ozores, e incluso hubo un pre acuerdo para que el ayuntamiento comprara la Pastora, pero no acabó bien. “La Pastora, hasta donde sabemos, es de tipología similar a muchos de los pazos que hay del Duero hacia arriba, como en Ponte de Lima", señala. Confirma que Pedro Madruga era propietario de una torre medieval en aquel Vigo que se fue transformando en una mansión. "En el siglo XVII apareció la segunda torre, en paralelo a la torre de Lavandeira -donde estaba Castrelos- que destruyeron los portugueses al invadir Vigo y se reconstruyó en el XVII como pazo, tomando como modelo la Pastora. La segunda torre también es posterior, de finales del siglo XIX". En su opinión tiene más calidad arquitectónica la Pastora, incluidas las torres, "sin menospreciar Castrelos, erigido a partir de 1670 cuando la Pastora tenía ya 40 años". ¿Por que proliferan en Vigo? "El pazo es agrícola, es su característica. En sus orígenes estaban en zonas rurales, y la expansión de Vigo los ha llevado a su núcleo urbano, ese fenómeno no pasa en ninguna otra ciudad gallega, y ahora tenemos 5 grandes, aunque había más". n
