Un pesquero de A Guarda, primero del mundo en navegar con vela rígida
El “Balueiro Segundo”, con base en A Guarda, estrena tecnología pionera que busca reducir el consumo de combustible un 30%
El palangrero “Balueiro Segundo”, con base en A Guarda, es ya el primer pesquero con vela rígida del mundo con la que ahorrará un 30% de combustible. El buque se encuentra en aguas de Panamá, tras tres años de trabajo en un proyecto pionero que ha sido liderado por la Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu) y bound4blue, y en el que también han participado otras compañías como la viguesa de ingeniería naval Insenaval o la noruega Kyma, especializada en monitorización de la eficiencia de buques mercantes que será la responsable de validar el ahorro de combustible y emisiones durante los próximos meses de pruebas en el Océano Pacífico.
La vela rígida del “Balueiro Segundo” ha experimentado algunas modificaciones tras un primer prototipo más alto y flexible, pero menos adecuado para un palangrero. Ahora tiene 12 metros de altura y dispone de un sistema de control autónomo, por lo que no requiere de tripulación adicional para manejarla. El proceso de ensamblaje de la vela en el pesquero comenzó hace casi un mes con el traslado por mar de la vela rígida que salió de Vigo y recorrió 4.200 millas náuticas para llegar a su destino.
Realizadas ya las últimas pruebas de control y superada con éxito la de estabilidad, los palangreros guardeses confían en que la primera travesía sea ya esta misma semana. Este viaje convertirá al “Balueiro Segundo” en el primer pesquero del mundo en llevar una tecnología de propulsión auxiliar asistida por el viento y, a su vez, el primer barco en tener instalado el eSAIL de bound4blue, un sistema que utiliza el viento para propulsar el buque, reduciendo de esta forma el consumo de combustible y, por tanto, la huella de carbono, es decir, las emisiones contaminantes liberadas al medio ambiente. Desde Orpagu destacan que la importancia de la sostenibilidad y el cuidado del entorno para reducir el impacto de la actividad que realizan en el mar. "La tecnología tiene y debe tener un carácter humano y natural”, asegura la gerente, Juana Parada.
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