El observatorio astronómico del Galiñeiro tendrá dos plantas

El observatorio astronómico de Forcarei, de dimensiones similares y vinculado a la UVigo.
photo_camera El observatorio astronómico de Forcarei, de dimensiones similares y vinculado a la UVigo.
La asamblea de la Comunidad de Montes de Zamáns dio el visto bueno a la propuesta planteada por la Agrupación Astronómica Rías Baixas, a la que cederán el terreno

El proyecto para construir un observatorio astronómico en el Monte Galiñeiro sigue dando pasos adelante. La asamblea de la Comunidad de Montes de Zamáns dio el visto bueno a la propuesta planteada por la Agrupación Astronómica Rías Baixas, a la que cederán un terreno que será finalmente de cien metros cuadrados para construir la edificación, que tendrá dos plantas como el de Forcarei, de la Fundación Ceo y vinculado a la Universidad de Vigo.

 

 

La ubicación estará en el límite entre Vigo y los municipios de Gondomar y Porriño, en una zona conocida como Coto das Forcadas. Según el explica el propio proyecto para el observatorio, a la hora de elegir la localización para este tipo de estructuras hay “un dilema entre la comodidad (la proximidad a la residencia y poder ir todos los días) y la calidad del cielo”.

En este caso, señalan que se primará la comodidad y destacan que estará cerca de Vigo, con una elevación “razonable” sobre el nivel del mar, con una altura de horizonte “muy aceptable”, buen acceso por carretera y un cielo “razonablemente libre de la luz directa de Vigo, su comarca  la Universidad”. A 603 metros de altitud, se situará por encima de otros observatorios de Galicia como el de Ramón Aller en Santiago a 237 metros sobre el nivel del mar, pero por debajo de otros como el de Cotobade a 658 metros, o el de Forcarei que se ubica a 673.

La planta baja del observatorio será para uso de servicio y la alta para el manejo de los telescopios, ya que tenerlos en una posición elevada “contribuye siempre a mejorar las condiciones de visibilidad”. La cubierta se dividirá en dos partes, base y cúpula, que se mantendrán unidas por un raíl entremedias sobre el que gira la cúpula.

La cubierta tendrá forma poliédrica, con base octogonal, y con caras planas formadas por paneles “sándwich” sobre marcos metálicos, lo que le dará al conjunto baja inercia térmica y buen aislamiento. Esta forma con caras planas se eligió como alternativa a las habituales cúpulas semiesféricas por su mayor facilidad de construcción para lograr un buen cierre.

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